Acabo de despertar, son las 03:22AM (creo que así debe empezar) me da la impresión de que esto es nuevo para mi.

Esta demasiado oscuro, así que enciendo la luz de la lámpara que hay a mi lado. Me encuentro acostado sobre mi cama, pero con la extraña sensación de que sigo en el sueño. Me levanto de mi lecho, con intención de ir al baño, doy un par de pasos en dirección a la puerta del cuarto de baño y en eso, caigo al suelo producto de una extraña visión. (Un cuchillo, un charco de sangre en el piso, y un cuerpo sin vida yace en el suelo)Un cuchillo, un charco de sangre en el piso, y un cuerpo sin vida yace en el suelo. Una vez en el baño, como por acto reflejo me miro en el espejo.
__ ¿Soy yo?__ me pregunto asombrado esperando que el reflejo enfrente de mi me responda.
__ (Nadie responde) __ (Si, nadie responde).

Lo extraño de esto es que creí, por un segundo, ver a otra persona en el espejo que claramente no era yo, me tranquilizo a mi mismo pensando que es producto del sueño, (no eras tu y no era el sueño, era yo y no eras tu), o que tal vez sigo soñando. Me voy a la cama.

Otra vez despierto, esta vez creo que si desperté y ya es hora de levantarse. ¿Levantarse? ¿Para que? Me he quedado en blanco. (Para hacer lo que debes de hacer). De repente, como si mi vida hubiera acabado ahí, en ese momento en blanco, recuerdo que tengo que ir a trabajar. Salgo de la casa algo atrasado, mi lugar de trabajo queda a una cuadra de donde vivo, cruzo la calle, un momento o ¿ya la cruce? o ¿la cruzare? Quedo como suspendido en el tiempo (me he perdido) y nuevamente al igual que en la madrugada de hoy, caigo al suelo pero esta vez no hay visión.

Despierto, y estoy sentado en el paradero que hay frente a mi trabajo (ya recordé) esperando un bus. ¡Si! Esperando un bus, no se por que lo hago si mi casa esta a una cuadra de aquí, pero algo me dice y me hace esperarlo, no se si llegara o si existe tal bus pero lo esperare.
Esperando el bus, llega un tipo algo avanzado en edad y se sienta a mi lado en el paradero.
__ ¿Eres nuevo aquí?__ me pregunta.
__ No, he vivido desde siempre aquí__le respondo. Pero pensándolo bien, en verdad no se la respuesta a esa pregunta, ¿en realidad he vivido desde siempre aquí?... Un escalofrió recorre mi espalda y una sensación de terror me invade al darme cuenta de que en realidad no tenia la respuesta a esa pregunta.
__Veo en tus ojos la duda de los recién llegados__ me dice el tipo mirándome como si yo fuera un bicho raro.__Tu eres la esquina de la mesa redonda, eso eres__y se queda mirando a la nada sin volver a dirigirme la palabra.
Me quedo pensando en lo que el señor que estaba a mi lado me había dicho, y no le encuentro lógica alguna. En eso recuerdo que estoy esperando el bus que no llega todavía, y todavía no puedo entender por que lo espero.
Ya estaba aburrido de esperar, cuando una niña en bicicleta que no creo que pase de los 6 años de edad, se para en la calle en frente de mí.
__ ¡Despierta! __ Me grita la niña con cara de pan.
__ Estoy despierto. __ le respondo pasivamente.
__ Si lo estas pero no del todo. __ (¿Quien es esa?)

La niña movió la boca para articular otra palabra, y en eso quede petrificado al ver que venia un automóvil con mucha velocidad en dirección a la niña pequeña y…

…Abro los ojos, el auto no estaba pero el cuerpo de la niña si, tirado en el suelo de la calle sin rastro de haber sido atropellada, no había rasguño ni marca alguna que indicara lo que le había pasado, pero algo si se notaba claramente, estaba muerta.
Me pareció que esto era lo mas extraño que había visto en mi vida, (¿Tienes vida? ¿Desde cuando? ) Pero mas extraño aun era ver a un viejo de muy mal aspecto, acercarse a la niña que ahora tenia un rostro digno de un ángel. El hombre que al parecer era un mendigo, se agacho para estar mas cerca de la pequeña y la beso en la boca, como si fuera su amada, y a continuación la niña angelical desapareció inexplicablemente. El viejo que me mira con una cara extasiada de asquerosa satisfacción, ahora tenía la boca pintada con un líquido espeso, rojizo, que parecía ser sangre, pero no estoy seguro de que sea sangre. El extraño personaje dio media vuelta, cruzo la calle y se quedo sentado en una banca de la plaza que había frente al paradero donde yo me encontraba.

El mendigo me mira desde la plaza, percibo maldad en sus ojos, en su mirada, su pelo esta inmundo, enmarañado, las manos son asquerosas, de uñas largas y sucias, su cuerpo es el de un ser famélico abusado por la corrupción y el ente de la maldad. La envidia había dejado huella en el en forma de arrugas, y por ultimo observo su cara que es fiel retrato de la muerte. El engendro sin quitar la vista de mis ojos, me muestra su lengua negra de odio, en un gesto obsceno que me causa repugnancia y terror a la vez. Quiero correr, (no puedes moverte) salir volando de aquí, pero algo me lo impide. El viejo se había parado de la banca donde estaba sentado y caminaba en dirección hacia mí. El pánico se ha apoderado de mí, me tiemblan las piernas y siento que me desvanezco a causa del terror. El deseo de moverme de ahí es muy fuerte pero no logro pararme del paradero. El mendigo ya ha avanzado hasta la mitad de la calle , me imagino el horrible destino que me espera y que me sucederá cuando el viejo llegue a mi lado, cuando llega mi salvación, un bus se estaciona justo en frente de mi, interponiéndose entre el y mi persona que ya estaba apunto de entrar en shock.

Creo que este es el bus que he estado esperando, sin pensarlo mas, me subo como empujado por una mano invisible. (Recuerdo que no podías moverte, ¿por que subes al bus si no podías moverte?) __por que mi deseo de moverme y salir de ahí fue más fuerte.__

__ Sube X, es tarde__ me indica el conductor.
__ Mi nombre no es X__ le respondo muy seguro. Pero en ese momento me di cuenta que si no me llamaba X, ¿Cuál era mi nombre? ¿Quién era yo realmente? ¿Qué hacia aquí en este bus? Todo es demasiado confuso.
__X, ese eres tu, ese es tu nombre, no puedo estar equivocado, no hay margen para el error. Pasa y siéntate donde quieras__me dice el chofer.
Camine por el bus, lo insólito era que solo tenia dos asientos que estaban situados tras el puesto del conductor, mire hacia el fondo del bus y estaba desocupado, nada llenaba ese vació que era perturbador.
Comienzo a pensar en todas mis dudas, de quien soy, que hago aquí en este bus y todo lo demás, (distráete) pero algo me saca de mis dudas y me pongo a pensar en el punto aparte, que creo que debe estar triste, y debe sentir envidia del punto seguido.
En eso fijo mi vista en el suelo, y sucede algo muy extraño, (Recordé la frase que iba en ese lugar) en el suelo comienza a escribirse con letras negras:”bienvenido a buses camino a la felicidad, haremos de su viaje un placer”, (mis emociones están libres) fui presa fácil del pánico, que estaba tras de mi tocando violín, me queda mirando fijo con cara ansiosa, como esperando a ver que me atrevía ha hacer. El pánico dejo de tocar su violín, lo dejo a un lado y se puso en posición de ataque, yo no sabia que hacer, pues era presa del pánico. Estaba paralizado, y me doy cuenta debido a que. El miedo cubierto por una capucha negra, aparece tras la bestia que todavía me miraba y ya había sacado sus garras para destrozarme. El miedo se monta en el lomo de la fiera, como un jinete monta a su caballo, y yo ya no era presa del pánico, sino más bien ahora era el miedo movido por el pánico quien me daba caza. Deje salir mi ira, para que combatiera con el miedo que me tenia casi en sus garras, y en eso todo empieza a desaparecer de mi vista, el bus, el chofer , los asientos, los combatientes, absolutamente todo.
Por una milésima de segundo, creí estar en la nada, pero después, luego de eso tengo una visión muy real.
Estoy sentado escribiendo, no paro de escribir, no se que escribo solo escribo como por acto reflejo.
Junto a mi hay una lámpara con una luz muy tenue que es la causante de que yo no vea bien que estoy escribiendo. Quiero dejar de escribir pero no puedo, una fuerza invisible me lo impide. Me doy cuenta que no soy yo el dueño de mis movimientos y mis manos, que en realidad no se si son mis manos, dejan de escribir. Algo me hace mirar hacia mi izquierda, donde hay un ventanal enorme que no me es nada familiar. En el se refleja la luz de la lámpara, y junto con la luz de la lámpara también se refleja mi cara, que claramente no es mi rostro, si no que es el que vi anoche en el espejo del baño. Ese mismo rostro mortecino, blanco como la nieve, ahora me mira con un dejo de sarcasmo. La visión desaparece y esta vez si estoy en la nada, no puedo describir lo que ven mis ojos, nada. Es impactarte, estoy flotando en los bastos terrenos de la nada. (Me canse de ti, no me sirves, te escapas de mi, no seguiré. Esta vez va enserio). Perdí la noción del tiempo, no se si esto me esta pasando ahora, o si ya sucedió, o si todo esto es parte de una visión del futuro, tampoco se por que estoy narrando los acontecimientos que suceden, realmente no lo se, es terrible esta sensación.
Algunas veces como ahora, pienso que no existo, que soy un fantasma soy la esquina de la mesa redonda, el filo del cuchillo desafilado, parece que fuera las alas de las vacas, el alma del desalmado, siento un vació enorme, soy la cordura del loco sin remedio, el elixir de la vida… no existo. Anteriormente, ya había sentido este vació, pero nunca lo habia sentido tan fuerte y tan angustiante como ahora.
La nada ya no esta y frente a mi aparece una puerta. Ya me empiezo a familiarizar con el aparecer y el desaparecer de cosas y lugares, pero aun sigue siendo un poco extraño para mí. Creo que mi única opción es abrir la puerta, ya que tras de mi están solo las garras de las tinieblas. Me quedo mirando la puerta extrañado, nunca había visto una semejante a aquella que estaba delante de mí. Esta echa de cristal empavonado con una serie de inscripciones talladas en su superficie, inscripciones que parecen ser de un idioma inexistente, produce un efecto hipnótico sobre mí, y me invita a cruzarla.
Abro la puerta, y me encuentro en un pasillo largo y angosto, las paredes están pintadas de negro, el piso parece ser del material que están hechos los espejos, puedo verme claramente en el. Al fondo del pasillo puedo ver claridad, algo de luz pero no distingo bien su fuente. Ya cansado de caminar por el agotador pasillo llego al final de el, y la luz provenía de una pieza que estaba frente a mi que se encontraba a unos cinco pasos de distancia. Sorprendido, descubro que entre la habitación siguiente y yo, hay una gruesa capa de vidrio por lo cual no puedo seguir avanzando.

Al otro lado del muro de cristal puedo ver a varias personas sentadas en un banco de madera ordinario, que esta apoyado contra una muralla de color blanco. Había gente que yo había visto anteriormente, como el conductor del bus, y por el contrario, había otras personas que jamás había visto en mi vida, pero que por una extraña razón si me parecían conocidas. El conductor del bus que me llevo a ninguna parte se encontraba hablando con un hombre calvo, regordete, que tenia un aspecto bonachón.

__Estoy aburrido de ese horrible bus. __ reclama el chofer mirando al hambre de aspecto bonachón.
__maneja otro vehículo. Revísale las ruedas puede ser esa la causante de que el bus te aburra.__ Responde muy seguro el calvo.
__ No creo que las ruedas causen aburrimiento, las ruedas solo son culpables de mi obesidad.__
__ ¡Tú eres idéntico al punto aparte, culpan a todos los demás de su desgracia¡__exclama algo enfadado el calvo.
__ No metas a ese individuo en esto. El esta aparte, y punto.__



Ahora pestañeo, a causa de algo extraño que entra a mi ojo y me encuentro con que no puedo abrir más los parpados. En eso oscuridad era solo lo que veía, algo de claridad empieza a llegar a mis ojos que aun están cerrados. Veo todo de un color blanco, veo, con los ojos cerrados que se empieza a escribir en ese fondo blanco, todo lo que las personas que estaban delante de mi hablaban, y se sigue escribiendo en ese fondo resplandeciente lo que estoy pensando. Es muy extraño y perturbarte a la vez, no me quiero mover por que estoy ciego al mundo, pero no ciego a mis pensamientos. Con mucho esfuerzo y a causa del esfuerzo con mucho dolor, logro abrir mis ojos y sorprendido descubro que todo sigue como estaba. Ya se estaba haciendo habitual que todo cambiara súbitamente.
Delante seguía todo como antes, el muro de vidrio, el conductor del bus, el hombre calvo, el joven que tenia cara de estar enfermo de algo, y estaba también ahí una mujer que no se veía tan joven.
El calvo, nerviosamente se lleva las manos a la nuca, y se saca un mechón de pelo del poco cabello que le quedaba. Enseguida se mete una mano a su bolsillo derecho y saca un papel muy delgado, toma el mechón de cabello y lo envuelve con el papel haciendo una especie de cigarrillo.
__ ¿Tienes fuego?__ Le pregunta tímidamente al chofer.
__claro, toma. __ El conductor del bus le pasa una cajita que tenia un polvo blanco en su interior.
El calvo toma un poco del polvo del interior de la caja y le echa un poco a su cigarrillo.
__Gracias, lo necesitaba. __ agradece el calvo aspirando y exhalando el talco de su cigarrillo botando una gran nube de polvo blanco por la boca.

__ No entiendo a la gente y sus vicios. __ crítica el hombre propietario de un bus.__ la gente sabe que los vicios son dañinos y continúan siendo esclavos de ellos. Mírate, ya no te queda pelo en la cabeza gracias a tu pasa tiempos.

__ No solo en la cabeza se me esta acabando el pelo. __ contesta en tono sereno el vicioso.__Necesito una depresión__ acota mas tarde el calvo.

Todo el mundo soluciona sus problemas con una depresión, quiero una y no se como la gente obtiene una tan fácil, he escuchado que es una muy buena salida para escapar de los problemas… la llave de la puerta de escape del conflictivo edificio de la vida.

__ Yo vivo feliz con la presión que ejerce mi vehículo en mi, no quiero una depresión, no creo que sea una buena salida.__ afirma el chofer del bus.

En eso el conductor sentado, levanta el pie izquierdo manteniéndolo en el aire, se agacha y se saca el zapato del pie derecho, baja su pie izquierdo y levanta el derecho, con la mano izquierda se saca el zapato del pie derecho, toma el zapato derecho, mete su mano derecha dentro y saca un martillo zurdo, y en su pie descalzo empieza a martillarse todos los dedos sintiendo un infinito placer.

__¡ No puedo dejar de hacerlo! __ exclama el conductor.__ Me relajo, alivio la espera, mata mi fatiga y me hace sentir mejor… este es mi vicio.

__ Y así me criticas a mi…___