Con tu pelo revuelto,
con tu dolor de muelas,
con mi corazón entre tus manos quietas,
duerme,canela.
Que la luna guarda tus sueños
y la vida aguarda
para que los realices.
De la noche, canela.
Revienta al aire contra el sauce y los encinos, ancianos encinos,
doblega sus cuerpos, quebranta mi espíritu.
Te escucho soñar con dos o tres aleteos de luna.
Mañana tallaras los ojos y beberás café.
El gato se aferra al tronco como a su vida
y yo me aferro a ti como a mi muerte, ansiosa calma.
Tal vez escuchaste de la lluvia, pero de la noche, canela, solo importas tú.
Canela,
Brotas como luz amarilla
como pan de lunes
a mis manos lúgubres
y a mi sed hambrienta.
De la lluvia, Canela
solo puedo decirte que cae
como caen los días
como cae el azul
o mi alma
cuando tu te alejas.
Del mar
como siempre, del mar
Porque lo llevas en la sangre
y lo lloras por la noche.
Te he visto, canela
que , como siempre,
vuelves al mar.
El silencio abarca, canela,
la piel, los músculos y los huesos.
Carcome desde adentro
y derrumba.
No calles, canela,
porque me abarca el silencio.
Podríamos volar, canela,
si me abrazas un momento
un momento
un momento.
¿Y quién dijo que soy azul?
Si tu lo sabes, canela,
dependo de ti
para seguir sombrío.
De tu voz
Lejana,
Flotante
Me queda la convicción
de no dormir, canela. |