Eres el color del viento que llega hasta mi cerebro de sólo pensarte,

Y te sueño y me remueve el sentimiento el calor que sale de mis piernas,

Porque cuando me alejo el aroma de tu cuerpo me persigue cual sombra a la media noche.

Eres el color del viento, el sabor de los pensamientos que te invocan lejos.

El calor de las palabras que me guardo cuando te siento volando por el suelo.

Eres la mujer que hay en mi vida, sin ser mujer ni ser mi vida, como el paso del tiempo.

Eres un calor que me recorre si te sueño, si te llamo o si te muerdo, pero no eres nada.

Si no te puedo tocar, con el llanto y el pensamiento que susurra tu nombre si lo miro mientras miento.