Recuerdo como sonaba: el llanto de un niño en una catedral,
inocente, pero sin embargo, espeluznante,
como ángel de tortura,
“Y en mi cama sufren los recuerdos que aprendieron a llorar”.
Texto agregado el 01-02-2006, y leído por 95
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Lectores Opinan
01-02-2006
Una chispa de poesía, pero apenas una chispa.
ergo
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