Uno se pude dar cuenta de muchas cosas cuando uno viaja.
Y es porque uno está obligado a dejar muchos lujos, en caso de que no se tenga dinero como es el mío; o se puede vivir un sueño de una semana en un lujoso hotel, pero creo que al final la regresada a la realidad suele ser un poco más... difícil.

Cuando se viaja a casa de familiares, es víctima dde las excentricidades de otros. Uno no se puede poner a alegar, tan agusto como en casa, no se puede andar descalzo, no puede ser sucio o desordenado porque se es blanco de todas las miradas, al punto de enloquecer.

Lo más difícil que me ha tocado vivir aqui es no saber de que platicar durante las horas de comida, exceptuando la cena, porque la tomamos frente al televisor mientras está mirada de mujer, el regreso y las noticias de las 10 y las pláticas se reducen a expresiones monosilábicas.

Platicar, reír, dormir jugar con mi hermana son actividades diarias para mí, sin mencionar a mi amado sillón donde puedo escuchar el radio mientras concilio el sueño, en pocas palabras hago lo que quiero, tengo libertad sin que me la tengan que estar recordando, porque eso me hace sentir menos libre.

La desventaja de cuando se habla poco es que cuando se habla se debe ser muy cuidadoso, las mujeres tendemos a ser subjetivas e interpretamos cosas que, por carecer de contextos suficientes, ajuntamos a prejuicios o a malos modales. Éso pasa muy seguido por esta casa. Mi tía Lola es ahorradora hasta en las palabras, habla sólo para lo necesario, adecuada y pausadamente, se ríe poco y hace bormas que pueden resultar hirientes para otros, sino la tienen enfrente. Usa poco el teléfono y mucho el televisor, casi nunca cambia de canal, todas sus actividades son ritos, quiero decir, metódicas. Yo no estoy acostumbrada a eso.

Camina poco por la calle y cuando ve a alguien conocido no saluda hasta que el otro hace algún gesto por comunicarse. Duerme, piensa y para todo usa taxi, no le gusta discutir y el jueves le van a poner bótox en la cara, le durará 6 meses y será gratis.

El punto de describir a una tía que no vacila en gastar en transporte o darse algunos lujitos como almendras y nueces es que, en algun momento debemos de madurar, cuando nos damos cuenta de que la gente trata de burlarse de nosotros a cada momento, sean familiares, amigos o compatriotas (ni qué decir de los chilangos), es algo que está en cada uno, sentirse superior, dominante, no es el caso de mi tía pero hacerme venir a gastar un dinero que No tengo para que me vinieran a dar un presupuesto que es obvio que no puedo pagar era algo que se podía evitar, era algo que me hizo tener una esperanza para después tratar de desecharla con pensamientos de motivación que he leído en los libros de autoestima. Una loca modelo Ali-840826 como yo no incluye en sus accesorios la capacidad de desechar las esperanzas de la gente de dinero así de fácil, ese accesorio se vende por separado. Ese accesorio que he recomendado tanto a mis amigos de plástico es la madurez. Si no se tiene será casi imposible que pueda salir de este empaque de plástico transparente desde el cual puedo ser fácilmente manipulada. Pero el problema es abrir la caja, quitarme los alambres que me atan y salir de la puta caja. Cada vez más muñecas deciden quedarse dentro, por miedo o por siemple apatía (que suerte muchas no tienen porque hacerlo, sí como no) yo no puedo darme ese lujo, mi familia depende de mí, están invirtiendo en mí, eso no puede estar más claro. Mis opciones en éste momento son reducidas, mis aspiraciones grandes como el océano mismo, pero, mi madurez se queda en mi sueños, frustado como un moco, sin poder salir porque esta encarnado a esos vellitos de la nariz y que para colmo está seco; esta bellísima descripción de mi madurez es real y tengo miedo a madurar como lo han hecho amigos y gente a la que admiro.

Madurar, pensaba yo, era dejarse de pendejadas y ponerse a estudiar, no buscar el amor porque no existe, nadie me va a amar como mi familia, los hombres no sirven mas que para dar problemas o para pagar cuentas de restaurantes baratos, la vida es de quien se friega buscándola, cosechándola. Todo me lo dijo mi tía Carmen, desde pequeña mientras oía los discos de los locos del ritmo y Rafaela Carrá. Después de un tiempo pensé que madurar era no dejarse de los demás, lo superé a medias porque lo cambié por el concepto de encajar en un grupo de retrasados mentales, tomando, fumando y llorando fingiendo que mi vida eran puros problemas, porque en esos momentos, gozabas de la atención de todos. Después de eso dí un salto y me metí en la profundidad de la indiferencia con mi hermano Juan Carlos, disqué la intelectualidad, una muy característica que quiero cambiar, la intelectualidad de leer para presumir, a medias. No me hagas preguntas. Madurar fue trabajar. Madurar fue sentirme más que los demás con el derecho de llegar tarde, dormir más, comer más, porque lo merecía y con razón pero no siempre se puede ser una niña genio si uno se la cree porque se acaba la genialidad y el esfuerzo se va a al caño, en mi caso por lo menos. Dice un papel en el cuarto que mi tía me ofreció para pasar las noches que uno está aquí para servir y no para ser sevido. Eso es parte de la madurez, el no creer que uno se merece todo, la humildad es un gran paso ahora, lo que necesito desarrollar es mi fuerza de voluntad en todos los aspectos de mi vida si no quiero perder a alguien tan especial en mi vida que sueño con él cada vez que me acuerdo.

Nadie va a estar tan orgullosa de ti como tu debes de estarlo y es por eso que yo no puedo estar orgullosa de mí, me desespero a mí misma, soy una ciudadana incumplida, evado responsabilidades, amo los vicios, me dominan la desesperación, la locura, me ganan los placeres, mi mediocridad. Debo de hacer algo, la oportunidad me fue dada una vez nada más. Alina despierta no estás en el país de las maravillas y, aunque así fuera tu pasaje sería siempre el mismo, el más gótico y obscuro, donde lloras, lloras porque la desesperación de no encontrar un camino a casa se apodera de ti. Esa será la escena de tu vida si dejas la universidad, si no lees, si crees que leyendo te dormirás. Si no sabes nada, no puedes exigir nada, si te sientas a descansar creyendo que te lo merecer por pasar horas tirada en el sillón. Por escuchar música desesperadamente gastando tiempo útil. Alina sálvate, aún lo puedes hacer, no te engañes más. Sabes que tienes el potencial, todos lo tenemos. Alina despierta y mírate, mira lo que eres.... te gustas? quieres cambiar, hazlo.... pero que no se quede en un episodio más de intentos fallidos de cambio, porque te conozco y sé que terminarás de nuevo donde todo es blanco y con vendas en los brazos, si mal te vá. Nadie te va a regalar nada, nadie te va a ayudar por mucho tiempo, lo que no hagas por tí nadie lo hará, proporciónate una vida bella, disfrútate, date ese gusto, que los demás gozan y tú no. ámate, busca bien, de seguro algo de amorcito por ti te hará bien. anda descalza a dormir que mañana puedes inciar la vida que siempre has querido, pero no con un reset de computadora, porque resulta muy caro, ¿Cuánto cuesta tu fuerza de voluntad, cuando dices que lo puedes lograr todo si te lo propones, si lo haces con pasión? ¿Cuánto puedes alcanzar? eso no lo sé pero te aseguro que mucho más que cualquiera de los que te han humillado, de los que has prometido hasta la muerte, restregarás tus triunfos en su cara una vez que los consigas. La voluntad, la inteligencia, la pasión y la paciencia son tus nuevas mejores amigas, tal vez no sean las más alocadas, pero son tus mejores amigas porque te evitarán muchos problemas que, a la larga agradecerás que te hayan acompañado en tu camino, un camino que has recorrido sola internamente y con una muchedumbre afuera que te apoya, por lo menos, moralmente.