No te esperaba es tarde; sin embargo bienvenida será tu día. Lo he dicho repetido, tu presencia agridulce no me daña. Nunca me hablas desde entonces. Apareces tomo tus manos y puedo soñar. Aún no es noche. En claridad tenue tu imagen vestida de azul, renace. Misterioso para los dos o para mí; secretos en voz baja. La noche llegó. Sin respuestas te has ido hay fragancias y aire puro.
Texto agregado el 31-01-2006, y leído por 264 visitantes. (8 votos)