tanto tiempo,
tantas palabras.
susurros del corazón,
sentimientos en letras.
voces dormidas,
silencios impíos,
que solo se alimentaban de tu voz
jurabas escuchar,
pero eras el más sordo de toda esta humanidad.
esencias que se confabulaban en el aire,
la llave se empezaba a abrir,
las heridas también.
los gritos en mi interior,
mis susurros en tus oidos,
no eran lo suficientemente claros,
no lograbas entender que me ahogaba,
mi alma se ahogaba,
mis ojos se ahogaban en lagrimas,
y tú, solo reprochabas tu falta de tiempo
mis intentos fallidos,
por algún día decirte cuanto te amo,
has soltado la llave,
has vaciado todo,
ahora no me arrepiento.
yo ya no era ningún tesoro,
mis miedos no te preocupaban,
el dolor que me acechaba contaba con tu permiso.
eramos los dos en la oscuridad,
pero nuestra oscuridad era distinta,
la mia era a causa de tu indiferencia,
y el temor a no poder volver a tenerte
y la tuya?... solo jugabas a apagar la luz.
me alimentaste de ilusiones,
juraste cuidarme hasta el sueño,
seguirme queriendo,
pero a la menor pérdida de tiempo,
me dejaste morir en el desconsuelo.
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