Nos presentaron una tarde lluviosa de primavera y nos reconocimos uno al otro; no fueron necesarias las palabras, sentirnos sin tocarnos, desnudarnos con la mirada.
Sí eramos nosotros almas gemelas, y nos reencontramos otra vez en este tiempo, en este espacio.
Nuestra primer cita, el bar amigo, un café y nuestras manos entrelazandas anudando nuestros dedos, alejandose y atrayendose cual danza erótica.
Magia, hubo mucho de magia en cada gesto respondido, en cada caricia, en cada beso.
Freud, Yung.....simbolos y arquetipos....mucho de diván.
Pasión, ternura, desenfreno, sociego, amor.
Veinte años han pasado , perdimos la magia, nos devoró la rutina, o tal vez nuestras almas hayan huído hacia nuevos cuerpos expectantes, gozosos de encontrar a su alma gemela, espero amor que al volver reencontrarnos nos reconozcamos nuevamente. |