…no somos solamente aquello que nuestro sentido común nos exige que creemos ser. En realidad somos seres luminosos, capaces de volvernos conscientes de nuestra luminosidad. Segundo, que como seres luminosos conscientes de nuestra luminosidad podemos enfocar distintas facetas de nuestra conciencia, o de nuestra atención, como don Juan lo llamaba…
Para quienes el conocimiento se reduce a un conocimiento de razón, ya sea este científico o filosófico, o también, en el caso de creyentes, a un conocimiento revelado de fe, un tipo de conocimiento como es el que nos propone en toda su obra Carlos Castaneda, que no es razón, tampoco fe, ni se proclama filosófico, suena a profanación, religiosa y laica. Pero lo laico tiene gran cantidad de mensajes, la religión contiene enseñanzas y la vida de un autor junto con su obra se convierte en una fuente inagotable de conocimiento.
Refiriéndonos al lenguaje podremos decir que es como una botella arrojada al mar, en el que se contiene muchas y ninguna posibilidad de interpretación, más aún, lo que se escribe tiene diferentes contextos. Por un lado esta lo que realmente escribe el autor en contraste con lo que pretendía comunicar; por otro nos encontramos con lo que interpreta el lector y lo que el texto realmente comunica.
Con Castaneda tenemos bastas cantidades de este tipo de lenguaje como cuando se dice: “… todos se encontraban terriblemente confundidos con los extraños recuerdos, que tenían de eventos que lógicamente no pudieron haber ocurrido…la sensación de cruzar lo que ella llamaba las líneas paralelas…” ¿como podemos interpretar esto? ¿Qué es lo que el libro mismo dice? Y ¿Qué deseaba comunicar Castaneda? Son solo algunas de las interrogantes que podemos aplicar a una sola frase del texto. Las líneas paralelas como se entenderán, si seguimos el contexto de la lectura podremos ver que es la otra dimensión una especie de trascendencia para naguales, pero sabemos que existe más no solo se queda en eso. A esto se refiere la complejidad del lenguaje, a esto me refiero cuando menciono que tenemos una botella en el mar.
Ahora bien con que procederemos a continuación no es a buscar o jugar con las palabras, seguiré con una especie de interpretación de lo que yo comprendí en la lectura, pero esta no será del contenido en si, la llevare acabo del lenguaje como medio de comunicación, aludiendo claro esta a mí sola interpretación del mismo.
Sin embargo para los que no debiera sonar de entrada a profanación si se acepta que el conocimiento del que nos habla Castaneda, aunque sea laica e inmanente, es el conocimiento más religioso, más espiritual, que el ser humano puede concebir y alcanzar como tal, y por ello algo a lo que pareciera se quiere aludir cuando se habla de fe, del conocimiento al que abre la fe. Por la misma razón, más específicamente aún, a la razón filosófica, si se asume que llegar a tal conocimiento es la aspiración más grande que debe tener el ser humano, ya que solo es en este tipo de conocimiento donde se puede realizar plenamente; argumento este tan estrechamente relacionado con la razón y la filosofía: “Nos explicó que en sus ensueños se le habían presentado una serie de no-haceres diseñados para un equipo compuesto por la Gorda y por mí como actores, y por la mujer nagual como vigilante” estos son rasgos, mas característicos de las cualidades que se aplican al lenguaje para llegar a una especie de cuento u mito religioso, el cual nos permite conocer una verdad, pero sustentada en la fe, más que en la razón, pero es una verdad que tiene que ser razonada, para poder salir a la luz y develar las cualidades peculiar de cada seguidor del nagual. Para no confundirse entre los entes de mala naturaleza y los buenos, como era el caso de la confusión u olvido de Silvio Manuel.
Consideró que la propuesta de Carlos Castaneda es la propuesta de don Juan. Pues bien, así como se ha visto que el Evangelio (esta referencia es al contenido escrito del mismo más que a lo religioso espiritual) se puede reducir en el concepto reino de Dios, así todas las referencias de de don Juan se pueden resumir en el concepto y propuesta: ser hombre de conocimiento. Aunque el mismo nagual se equivoco al elegir a su discípulo, este error se corrigió y trascendió las pruebas logrando guiar a todos a la verdad de la consecuencia del ser humano. Así lo destaca el propio Carlos Castaneda. La estructura de éstas se compondrían de cuatro conceptos o unidades, y la primera de todas es: hombre de conocimiento. Esta era la meta de sus enseñanzas, y así se lo declaró en una etapa muy temprana: “enseñar” cómo llegar a ser un hombre de conocimiento. Porque para don Juan saber, aprender, es también la meta de todo ser humano, su destino y su quehacer. El hombre vive sólo para aprender. En eso se basa gran parte del texto en poner aprueba o práctica lo ya aprendido: “perder la forma humana”, “en soñar juntos”, “la regla del nagual” y alcanzar al fin a “la serpiente emplumada”. Pero la finalidad es entender, educarse y dejarse guiar con razón, no con ser solo un alineado mas, para entender eso podemos citar al mismo Platón cuando dice:
"Hay, sin embargo, una cosa que puedo decir en lo que respecta a todos aquellos que han escrito o escribirán pretendiendo saber el objeto de mi esfuerzo ya sea que lo hayan escuchado de mí, o de otros, o descubierto por sí mismos y es que no les es posible, en mi humilde opinión, entender nada de eso. De mi parte, en todo caso, no hay nada escrito sobre esta materia, y no es previsible que lo haya nunca. Es algo que no se deja expresar por palabras, como otros conocimientos; solamente a través de un prolongado trato con el objeto de la búsqueda, una verdadera de vida en común, de pronto, súbitamente como se enciende una claridad al surgir la llama aparece en el alma y en adelante se alimenta por sí solo"
Por esto podemos decir que a lo largo del tiempo, hemos ido siendo conscientes cada vez más y no solamente desde la ciencia de las distintas posibilidades de representación de la realidad, de la potencial diversidad de modelos lingüísticos y de vistas cognitivos que la humanidad puede sostener. Tanto desde el punto de vista de la tarea efectiva como de la actividad humana cotidiana hay que recordar la frase que Carlos Castaneda: “El mundo no se nos da directamente; está por medio la descripción del mundo”. Nuestros mapas de la realidad devienen, en consecuencia, tan importantes como el mismo mundo que tratamos de entender. Nuestras lentes paradigmáticas van a determinar en gran parte las construcciones conceptuales que creeremos ver.
Una cuestión, pues, trascendental es, así, ¿desde qué paradigma o paradigmas miraremos el mundo? ¿Con qué perspectivas y visiones de la realidad nos aproximaremos a la comprensión de los fenómenos sociocomunicativos? Creo que he tenido la suerte de entrar en contacto con ideas y autores que me han permitido conocer la existencia y el desarrollo de paradigmas renovadores que intuyo muy acertados para una comprensión más profundizada de los fenómenos lingüístico-comunicativos en particular. Aunque provenientes de distintos campos y líneas, estos autores están construyendo una perspectiva de complejidad lingüística, para el bien de la lectura de interpretación filosófica. Como es el caso de Castaneda al acechar y ensoñar como meta del buen uso del lenguaje, a través de un aprendizaje.
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