YA LA ESPERABA
La madrugada está mas fría que de lo costumbre, estoy mirando por la ventana recostada sobre mi lecho, hay tanta calma, todos duermen en casa, solo yo, mi dolor y mis recuerdos estamos conscientes, al fin la veo, entre los árboles aparece orgullosa, no veo sus ojos, no ve los míos, pero a mí se dirige, no viene a prisa, le ha llamado la atención las flores adormecidas de frío, rompe algunas, se las lleva a la cara, parece las huele, se sienta al pie de un árbol, esta es una de las oportunidades que tiene para disfrutar del mundo, un buen rato observa sus alrededores, las flores han caído secas sobre su manga ancha que esconde su puño, las tira, reniega de sí; está sufriendo, la compadezco, mientras llora con la cabeza gacha sobre sus rodillas recogidas a su vientre, pienso en lo maravillosa que es la vida, si no tengo sueño quiero soñar despierta, quiero soñar que veo a mis niños hechos adultos, que tengo nietos, que cumplo todas mis metas, disfruto tanto de esos sueños, se me arruga el corazón, de solo pensar que no mendigue nunca amor, que afortunada soy al haber recibido tanto amor, alzo la mano y acaricio el rostro de mi compañero, volteo mi cara hacia él, mientras duerme apaciblemente, observo los surcos que se han formado en su rostro a través de los años, es muy apuesto y unas lágrimas bajan por mis mejillas, recuerdo cada momento triste y feliz que pasamos juntos, muchos años de casados, me ayudó a vencer miedos, a ser mi fortaleza cuando mi debilidad me abrazaba, pero de lo único que quiero recordar es que lo amo, como aquel día que lo ví por vez primera, amo a mis hijos, no guardo rencor por nadie, soy tan imperfecta y temo haber hecho daños irremediables; estaba tan distraída y cuando vuelvo el rostro a la ventana clara, siempre clara, ya no está mi visitante al pie del árbol, pero la siento ahora más cerca, tan cerca... que está dentro mío, me embarga lentamente, llevándose mi respiro, mis últimas fuerzas, no le temo, ya la esperaba, desde hace tiempo la esperaba.
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