No puedo describir la sensacion de la primera vez que lo vi... Su piel era blanca y suave, su cabello largo hasta la barbilla, delineaba dulcemente su mirada sumamente expresiva, sus ojos tan profundos como la noche y sus labios, rojos y dulces, que se movian de manera exquisíta, mientras su melodiosa voz clamaba un poema escrito en mas prosa que poesia, su contenido era lúgubre y melancolico,quizas de su propia autoria, ya que jamas habia escuchado algo asi... "Sombra" se llamaba el poema, que nombre mas perfecto podia darsele a un escrito como ese???:
Caminando solo, triste y vacio,
me abro paso en el camino
al que como mortales, llamamos vida.
Cansado, sediento de sangre viva y desolado,
parto hoy, con el corazón en la mano hacia lo que será
mi ultima travesía.
Ah! que será de mi,
si continuara sin ti,
mi claro de luna
mi mar seco
mi alma ajena
mi corazón muerto.
Solo resta el darnos un adios eterno,
un hasta nunca
Un tal vez, un quizas
un mañana
que nunca pasara
ni acabara.
No tengo nada,
no valgo nada
solo mi sombra
que siempre me acompaña,
mas hoy que parto, ya no la quiero,
ya no me sirve, ahora que muero.
Adíos a mi amiga, mi todo. mi sombra.

Termino de leer su verso, mientras al son de las palmas de su ansioso publico, doblaba la vieja y desgastada hoja donde tenia plasmados su alma, su ser, su poema.
Bajó del escenário, y comenzo a caminar con direccion hacia donde yo estaba, sentí como mi corazón comenzó a latir a mil por hora, mi boca se seco, y mi cerebro dejo de reaccionar, dandole paso a los sentimientos para que ellos comenzaran a actuar... - Te gusto el poema?-, me pregunto,-por supuesto- dije entonces, sintiendome como una idiota por haber dicho tan solo esas simples y estupidas dos palabras; pero parecia ser que el no lo habia notado, que no tenia importancia lo que yo, en medio de un atontamiento irracional, habia expresado, de su tan perfecto poema; me sonrió y se sento junto a mi, sin despegar por un instante su mirada de la mia.
Y asi, comenzamos a hablar, la noche, se nos hizo eterna e inmortal; mientras las palabras rompian la suave tela de la extrañesa, nuestros ojos se abrian mutuamente el camino, hacia lo mas profundo de nuestras almas. Nos conocimos; su nombre era extraño y misterioso, pero sonaba tan profundo como la caricia que le hacen las olas a la arena, Duncan, que segun el , significaba: el guerrero oscuro...

Entonces salimos, hacía frio y la luna brillaba como nunca; he de confesar que desde que tengo memoria este misterioso, lugubre y melancolico astro que inunda las noches con su luz, ha sido motivo para miles de razones, se a tornado mas de una vez mi amiga, mi aliada, mi musa, mi mas pura inspiracion; me encerre sin querer, en el hechizo que esta producia en mi, perdiendome por completo, entregandome a ella sin dudarlo, deconectandome del mundo, y convirtiendo el aire en poesia, hice que mi mente se colmara de poemas, versos, prosa, mitos y cuentos, que despues como siempre y antes de que el fuego se apagara concretaria mis ideas y escribiria una nueva pieza, pero de pronto, en medio de mi revoltijo de ideas, una voz suave y sutil, me halo de nuevo hacia la realidad: -Es hermosa, no lo crees...-, era Duncan quien me hablaba, estaba de pie junto a mi, esperando por mi respuesta, - si, ciertamente es una maravilla- respondi entonces, saliendo de mi encantamiento temporal, baje la mirada y luego la dirijí hacia el, él me observaba, callado, inmovil, sin decir una sola palabra, pero esa mirada despertó en mi algo que nunca habia sentido antes... Él, no solo me observaba,sino q me detallaba y analizaba cada milimetro de mi, yo podía sentir, como sus ojos se posaban en mi rostro, primero acariciando dulcemente mis mejillas, bajando hasta mis labios, luego el cuello, los brazos las manos que estaban a los costados de mis piernas, creando asi, un simple y seguro puente, entre el resto de mi cuerpo, que terminaba de ser recorrido, luego de bajar su mirada hasta el piso, devolvio, esta vez mas rapidamente, su mirada a mis ojos, y asi, me habia conocido en ese minimo instante, él ya me conocía... Pero algo habia en su mirada que aun no me dejaba tranquila; su rostro habia adoptado un gesto inanimado, hasta el punto de parecer muerto; ni siquiera, en medio de su realidad inerte, la Mona Lisa de DaVinci, habia conseguio capturar tal expresion enigmatica, jamas ninguna mascara habia logrado posar en su “inmortal gesto” algo tan impredecible, el parecia querer reir, pero tambien sus ojos destellaban el reflejo de las lagrimas antes de abandonar friamente los ojos. Pero de pronto se movio hacia mi, tomo mis manos, y sin evitar que las lagrimas inundaran su garganta y su rostro, comenzo a hablar, sus palabras no eran inarticuladas e incoherentes, no, por el contrario, cada frase parecia estudiada hacia ya mucho, y en sus ojos se notaba que verdaderamente, las palabras nacian en el mismo instante en que salian de su boca y se hacian parte del viento, y de mi alma...:

Que bello,que hermoso!
Que sutil es el secreto
Que esconde la luna en su sombra,
Que delicias nos depara cada noche este astro.
Que muerte mas hermosa, que la de un ocaso,
Cuando el sol se torna sangre,
Sangre que cualquiera gustaria, de sentir corriendo por sus labios.
Ah, que agonia mas profunda tiene la luna
Cuando aun faltando pocas horas para el amanecer
Ella despide sus ultimos rayos
Con mayor fuerza, como si estuviera buscando algo,
Quizas, quizas...
Acaso el cielo, la tiene enjaulada, en lo alto,
Para que todas las noches,
mientras los ojos mortales duermen,
ella busque a los angeles caidos,
he ilumine su eterna sinfonía?
Ah!, pobre luna de plata,
Que a lo lejos se ve obligada a ver,
Mientras los corazónes y almas enamoradas
Se unen para verla, y ella sin poder hacer nada
De cuantos infelices mortales se habra enamorado?
Que hara cuando el sueño se acabe, y el día no le de mas agonias?
Mi musa, mi angel caido,
Que hare yo,
ahora que no hay mas amaneceres sino el de tu mirada
y mas anocheceres que aquel de cada vez que se cierre tu garganta.
Que sera de mi, que he dedicado mi vida a encontrarte, y ahora que te encuentro no hay razón para seguir?
Dejame, ser la luna que vez en tus noches en vela,
Dejame ser las lagrimas de emocion
Y dejame secar las que sean d tristesa,
Dejame entenderte, encontrarte y sentirte,
dejame darte todo...
Mi todo...
Dejame, ahora que puedes,
Dejame aqui si es lo que quieres,
Dejame morir, o vivir junto a ti...
Salio del trance, y abriendo delicadamente, sus ojos me miro fijamente otra vez , y lentamente fue acercando su rostro hacia mi mejilla y la beso suavemente, mientras me susurraba al oido :
Poca cosa hay
de mas valor en nuestro tiempo
que comprender
el talento de la Sustancia...
Una abeja, una aveja viva,
en el cristal de la ventana, intentando salir,
sentenciada
no puede comprender...
Su mano bajo por mi brazo hasta llegar a mi mano, donde coloco un pequeño papel...

II

Habian pasado ya varias noches desde mi encuentro con Duncan, y aunque habia vuelto al café varias veces no habia vuelto a verlo.
Yo, era una mujer noctambula, mi vida se desarrollaba principalmente de noche, ya que mi trabajo como artista (ya fuera escritora, cantante o actriz, que eran mis labores naturales desde siempre) requeria de inspiracion y obviamente las presentaciones no se dan a plena luz del dia, ya que de ser asi, perderian su encanto nocturno. En esos momentos me encargaba de escribir mi tercer libro de poemas.
Mi editor era un hombre bueno, al cual le tenia mucha confianza, habia sido amigo de mi padre, y despues de su muerte; Jacobo, o como soliamos decirle Tio Jako, se habia acercado a ser casi como lo era mi padre conmigo, es decir mi unica familia; mi madre murio cuando yo tenia 12 años, sin dolor y sin sufrimiento mientras dormia, mi padre solia decir que soy igual a ella, que tambien era cantante, actriz y escritora... Tio Jako era su editor;quien luego de la muerte de mi madre paso a ser el mio. Ahora es mi unica familia.
Como les decia, estaba escribiendo mi tercer libro de poemas;aunque los otros dos no habian sido un boom literario, si habian sido muy bien recibidos entre los jovenes góticos y bohemios de la ciudad, lo sé por que en varias de mis salidas nocturnas a estos bares y cafés, habia escuchado a mas de uno recitar mis poemas.
Esa noche decidí no salir, era tiempo de reunir varias cosas de lo que me habia sucedido, quizas leer un poco, ver la luna desde mi terraza mientras disfrutaba de una taza de chocolate caliente, todo en busca de inspiracion. Mientras organizaba mis cosas, y dejaba el papel a un lado, algo calló al suelo: era aquel papel que Duncan habia dejado en mi mano aquella noche y que yo, por descuidada simplemente habia metido en mi bolsillo. Lo recogí y entonces me di cuenta de que ese papel era algo peculiar, a simple vista parecia un papel común, viejo y sucio, pero al tocarlo me di cuenta de que era pergamino antiguo, amarillo por el tiempo y algo quemado en sus puntas, tambien se alcanzaba a denotar algo de la tinta con la que habia sido escrita la nota, la letra era muy estilizadfa, los trazos delgados y pequeños hacian que la nota se hiciera aun mas intrigante. Rapidamente, pero con mucho cuidado desdoble lentamente la nota: "Cuando estes lista... volvere... por ti...".
En ese momento no entendí a que se referia Duncan con esa nota, "cuando estes lista..." esas palabras aún rondan mi cabeza; lista para que? me pregunte entonces, deje la nota abierta sobre la mesa y me di a la labor de escribir, tome los papeles y el laliz de siempre, y sali hacia la terraza, donde la mesita de vidrio y la taza de chocolate me esperaban.
Abri la puerta de cristal que separaba la sala de estar de la terraza. Vivia en un edificio tipico de ciudad, en uno de los pisos mas altos, de hecho me gustan las alturas, me producen emociones indescriptibles.
Deje las hojas en la mesa y cuando estaba tomando asiento vi de reojo una sombra que parecia escabullirse hacia mi espalda. Gire rapidamente y entonces lo vi, estaba recostado contra la pared que me separaba de mi vecino, lucia unos pantalones negros de cuero, botas antiguas, una camisa blanca abierta hasta el pecho y una gabardina de cuero negro tambien, esta vez vi que su piel era mas palida de lo que me habia parecido el dia que nos conocimos, sus labios aun mas rojos y sus ojos eran tan brillantes como la luna que nos veia desde lo alto. Su cabello negro tan sedoso como siempre, suelto, precioso. Sonreia, como si despues de una vida de conocernos, hubieramos dejado de vernos por mucho tiempo y hubiese llegado el re encuentro, pero no era del todo dulce, se sentia algo de picardia y maldad en el aire.
***( CONTINUARA...^-^)***