Tal vez de pronto Dios se hartó de llamarse Dios y quiso por un momento llamarse hombre, caminar con los pies morenos de los pobres, transpirar dinero igual que un rico, sentir la miseria de los miserables, verse a un espejo y decidir si era bonito o tal vez feo, maquillarse de blanco si era negro, dibujarse la sonrisa de un niño, quizá de pronto quiso saber que se siente morirse de hambre, morirse de risa, morirse en la guerra, o tal vez quiso ser político y nos prometió mil cosas para luego dejarlas al olvido y olvidarse de los olvidados, tal vez Dios quiso saber que se siente tener tanto poder y se vistió de Bush, tal vez se puso un pasamontañas e intento defender las esperanzas de los miles de indígenas que a diario caminan descalzos buscando un por qué, tal vez Dios se cansó de ser Marcos y se fue a Cuba, a ver de que manera se vive entre el comunismo, un puro y los ideales del Che que nunca mueren, o tal vez de pronto Dios quiso jugar fútbol como un brasileño, tal vez como un mexicano o tal vez quiso patear el balón como el mismo Pelé, quizá Dios se vistió de negro y se pinto la cara de blanco como un dark para gritar su muerte en vida, o tal vez adoptó un acento raro y se dijo fresa o tal vez naco, no sé si de repente se le ocurrió ser Priísta, tal vez Panista, no sé bien si Perredista, tal vez Dios quiso cantar el himno mexicano y amar México, tal vez prefirió ser Alemán, o cubano, o tal vez gringo, o quizá de repente quiso ser actor, y se vistió de Antonio Banderas o se puso el sombrero de Vicente Fernández para cantar una canción ranchera, tal vez quiso saber que se siente vivir en un bote de basura o sobrevivir con 10 pesos, tal vez Dios quiso ser escritor y se volvió Neruda, quiso pintar y revivió a Van Gogh, o se puso las botas de Fox para gritar un cambio que no fue, o se murió en las manos de un secuestrador, o fue él mismo el asesino, o de repente quiso pedirle a Dios dejar de ser hombre, sin darse cuenta que no había más Dios que él, quizá ese tiempo Dios estuvo entre nosotros y no nos enteramos, tal vez por eso Dios dejo de querernos…
M.R.M