"Detrás" es una expresión invisible. Curiosamente, los espejos nos reservan ese espacio perdido donde las palabras producen el silencio natural de las ausencias. Todo lo que "no está" como: "Martín regando el pasto de su casa mientras Antonia hace el amor con su jefe sobre el escritorio de la oficina pensando en el tiempo perdido durante la adolescencia y el personal de aseo escuchando tras las puertas con el deseo entre las manos que baja por la cintura de Marta al mismo tiempo que suelta la escoba y los gritos de Antonia mezclados con el sudor espeso de lo prohibido en esos cuerpos, en ese edificio gris contornéandose en la avenida y los autos y las micros también gritando por llegar a casa". A casa, allí donde Martín enciende uno y otro cigarro a la espera de su mujer para completar el hogar. El pasto regado y los niños dibujando en trazos firmes el retrato de la familia perfecta. El humo del tabaco saliendo por la ventana no es lo único que quiere escapar.