Si pudiera volver el tiempo y regresar a aquel tan ansiado lugar de mis anheladas alegrías.

Recorrer aquel sendero de mi eternidad futura y sentir correr el aire entre mis extremidades, sentiría recorrer la vida por mi cuerpo y sabré que estoy viva y poder reír, gritar, cantar y llorar hasta desahogar todo el dolor que inunda mi mente y tiene como mayor prisionero a mis pensamientos, por que mi vida rutinaria me asfixia, soy preso en cautiverio por mi propio destino, la gran insatisfacción que perturba mi vida, es la misma interrogante que esta presente día con día, ¿por qué mi destino me dio a conocer esos senderos y me alejo de ellos sin siquiera avisarme?, Por que la vida es tan incomprensible y difícil de descifrar. Porque estoy destinada a sufrir los estragos de las urbanidades futuras, mecanizadas con actividades rutinarias, que más que ser trabajos son condenas.

Y a esto le llamamos libertad, que mal conocemos el significado de esta.