Duermo en una oscura habitación. Una habitación sin muebles, sin ropa, sin una sensación de calidez. Esta noche no logro conciliar el sueño. Me levanto, bebo agua, miro por la ventana, me vuelvo a acostar.
Quizás el calor no me deja dormir, por lo que me saco el pijama y remuevo frazadas. Tal vez mi trabajo no me deja dormir, así que me despojo de los archivos, de las inspecciones de mi jefe, de la odiosa secretaria. Quizás lo que no me deja dormir son mis preocupaciones de fin de mes, así que dejo mis cuentas de lado, la hipoteca, mis pastillas.
En una de esas, lo que no me deja dormir son mis vecinos, así que cierro las ventanas, apago la luz de la entrada y me encierro en mi pieza. Quizás lo que no me deja dormir es mi familia, por lo que boto las fotos, descuelgo el teléfono, apago el computador que bajaba música, me desconecto.
Ya no necesito dormir.
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