El cielo de los creyentes - [C:10417]
Hola, ha pasado casi un año desde la última vez que te escribí; no es que haya dejado de pensar en ti; eso ni mencionarlo, sólo que durante estos últimos meses he creído tantas veces haberte encontrado; de pronto mi cabeza da vueltas y hasta parece que me he secado por dentro.
Tantos y tan distintos labios he besado, que
difícilmente creo que en alguno de ellos hayas estado escondida.
Hoy quisiera haberte encontrado para seguir
adelante con mi vida, sin andar por ahí buscándote, en cada mirada, en cada sonrisa, poder poner fin a esta búsqueda sin sentido y así, poder recorrer con mis labios cada centímetro de tu piel; decirte al oído que no es tu cuerpo lo que me atormenta, sino tu capacidad de ser mujer... mujer, muchas veces mujer, como muy pocas han existido y menos que han de existir; capaz de inspirar lo mismo ternura que lujuria, confianza que admiración, capaz de traer a la tierra un pedacito de cielo en el cual descansar mis ansias fatigadas de tanto buscarte.
Ruego a Dios y sin embargo, para mi mala suerte, no es así. Tú no eres ella, y qué bueno que no lo seas porque de serlo... un imposible serías; ella, pertenece a alguien más, alguien muy afortunado, porque mujeres como ella he visto muy pocas y por supuesto ninguna disponible porque, hombres al fin, sabemos aferrarnos a aquellas que valen la pena. Porque estoy seguro que aquel que tenga la fortuna de señirla entre sus brazos jamás la
dejará salir... al igual que yo lo haré contigo una vez
que te encuentre; una vez que estés aquí, sabré
mantenerte a mi lado día a día, noche a noche,
recorriendo tu alma con mi mirada y tu cuerpo con mis caricias; compensando cada momento que hemos perdido al no estar juntos... Te lo juro.
Mientras tanto, seguiré buscándote porque se que estás ahí, esperando que llegue y te tome entre mis brazos para nunca más dejarte ir... |