Ultimo amanecer..
He de recordar que mi mirada se pierde en un absoluto silencio cuando escucho mi latir. Únicamente el bostezo del romance hará que mi vida, vuelva a tener sentido. Veo reflejado en tu rostro, el sentido que buscas a tu existencia, escucha tus pasos, siente tus propios latidos e intenta comprenderme. Aun vivimos rodeados de una humanidad que nos contempla, aprovechemos lo que nos ha otorgado el tiempo, vivamos una vida sin falsedad.
Date prisa, acércate a mi lastimado ser, hazte escuchar, como ultimo aviso de lo que acaecerá sobre nosotros. Le fin de los tiempos se cierne ante nuestras incomprendidas miradas. Lo único a lo que alcanza mi atormentada mente, es a suplicarte el perdón por haber ocultado durante tanto mis sentimientos hacia ti. Mi única preocupación siempre fuiste tu, mi único temor, perderte. Tanto he esperado o temido este momento, que me siento flotando en un mar de ingenuidad e irrealidad. Te intento definir lo que mi corazón ha juzgado cierto, pero no comprendo como llegando a esta conclusión, he pretendido acelerar lo que el destino me deparaba. Ya ha llegado, aquel rostro oscuro al fin ha venido por mi, ¿me sonríe? Debo de haberle parecido débil, o muy iluso, no me preocupa, lo único que temo, es que al fin, lo que durante tanto he odiado, se haga real, nos separen y nosotros, tan lejos como hemos llegado, no podamos hacer nada, absolutamente nada. El brazo del intruso me intenta alcanzar, lucho sin sentido por intentar obtener un perdón que me permita acercarme a ti y eternamente, nos deje abrazados. ¿Acaso el deseo de un ser humano bohemio es tan puramente absorbente que permite, sin sentido alguno, compadecerse del dios o de la misma desesperación, que sin ocupar espacio, malgastar el tiempo y predecir un futuro donde yo, ya no exista, se haga todo paradójico? No! no quiero que ella me abracé, lo que quiero es alejándome de ella, acercarme a ti y susurrarte al oído, tan suavemente como se me permita, que te amo y que te he amado por siempre. ¿Qué dices, que la confusión me cegaba y así se me denegaba toda oportunidad de reaccionar ante la verdad? Solo lo creé como excusa, el perdón que esperaba de mi mismo, pronto desaparecerá.
No hay salvación, me doy por vencido, abandono tu conquista y deseo no existir, al fin, una fría mano se cierne sobre mi hombro, una tibia templadez me hace sentir que aun estoy vivo, aun respiro. Acto seguido, abro los ojos, te observo, peleas contra ella, por mi! No me cabe tal felicidad en mi ser, contemplo como si fuera un mero espectador el espectáculo que proporcionáis al mundo. Después de una larga batalla, la locura pierde y tú mi preciada amada, has vuelto a salir triunfando, lo hicisteis por amistad o porque creíste en algo que yo creía inexistente, en realidad ahora, me pregunto una sola cosa; ¿Sientes lo que crees sentir?
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