Se encontrasen a eso de las 4 de la tarde
con un rumbo incierto... inmersos en la
duda de un flagelo mental que los
haría llegar más allá.
Todo marchaba bien, no faltaba
nada, solo había que esperar a que
se cocine una tortura neuronal capaz
de hacernos ver cosas que allí
no estarían.
Cuando comienzan el ritual,
las cosas marchaban bien, un
despreciable sabor atraviesa entre
sus pupilas, lo que su mente
proyectaba, no se comparaba con
la viscosidad de aquel elixir maldito…
No se llevo a cabo la ejecución
Texto agregado el 26-01-2006, y leído por 125
visitantes. (1 voto)
Lectores Opinan
17-02-2006
Wow! Me gustan esas sinestesias... "un
despreciable sabor atraviesa entre
sus pupilas..." Genial. Esperando la segunda parte, a ver si funciona el experimento... ladyintheradiator
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login