El chandosito amaneció muerto, frente a la casa de don pedro. En la noche no se escucho ni un carro estripando algo, ni alguien dándole palo, ni un ladrido de dolor, es más donde estaba el finado ni sangre había, pero lo más raro de eso era que le faltaba un muslo.
El día después en el bote de basura de Pedrito entre los sobrados otro chandoso lloraba frente a un pedazo de hueso.
Texto agregado el 25-01-2006, y leído por 89
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