Aquí espero estar a tu lado, como un susurro de suave trino, como la sombra del viento.
Esperando con paciencia salir de tu silencio, esperando, solo esperando, como una golondrina el
atardecer, como una flor una gota de lluvia caer.
Te siento tan cerca que el mundo tiembla a mis pies, mis manos se comportan extrañas, mis ojos solo se fijan en el lugar donde deberás aparecer, mientras mi pecho se contrae y expande entre suspiros.
Puedo sentir tus sueños, tus alegrías, tus tristezas, tus buenos y malos momentos de cada día, puedo sentir tu vida pasar por mi piel como un suave viento... mientras espero, con mi pluma garabateo en mis viejas y amarillentas hojas una historia que se convertirá en leyenda,
que será contada en infinitas lenguas y tomara vuelo hacia nuevos mundos, se refugiara de la lluvia bajo las rocas, vagara por desiertos cuando haga frió y que ya ha sido inmortalizada en los trinos de las aves nacidas, en la isla de los pájaros.
Carlos Alberto Díaz Reales.
Junio 19 del 2003
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