Braulio ve con detenimiento la puerta que va a dar a la sala, cierra sus ojos e inspira lentamente por la nariz, trata de tranquilizarse tanto que visualiza sus pulmones llenándose de aire puro.
Su padre lee el periódico mientras está muy cómodamente sentado en el sofá con estampados de hojas secas.
Braulio comenzó a hablar haciendo un esfuerzo sobre humano por parecer muy decidido, aunque el temblor de su voz lo delataba.
-Papá… quiero pedirte un favor, quiero que tú me lleves hoy a visitar prostitutas.
Su padre tardó un poco en reaccionar a la petición, pensó haber oído mal. Bajó con sus dedos el borde superior de las hojas del periódico que le cubrían la cara. Braulio solo alcanzaba a ver sus ojos con una expresión de quieto asombro. El señor Guerra tosió y le dijo muy serenamente:
- Braulio… hijo, agradezco que tu confianza sea tan grande que hayas acudido a mí para pedirme eso. Generalmente, este es un elemento que jóvenes como tu resuelven a espaldas de los padres. Sin embargo, independientemente de las implicaciones morales que acarrea el sexo comprado, debes valorar una serie de cuestiones, me refiero a que pones en peligro tu salud física y sexual.
-Si, pero… no se como decírtelo, yo he tomado la decisión de iniciarme, sin embargo no quiero dañar a ninguna de las chicas que conozco mucho menos a una en la que yo esté interesado.
-Es bueno que adoptes esa idea, pero debes valorar a la mujer y es importante que pienses que la experiencia sexual genital sea la cúspide de la expresión de amor.
(Silencio)
Entiende esto Braulio, no hay prisa para la experiencia sexual, además cuando esto llegue va a suceder con una situación identificada por el amor. Quiero que nuestra comunicación siga siendo buena, quiero ser tu consejero, más quiero evitar ser tu cómplice…
La voz de la mamá de Braulio interrumpió:
-Amor la cena está lista, Braulio tú lávate las manos.
Braulio comenzó a caminar hacia su cuarto se quitó los zapatos se aflojó la ropa y se tiró al suelo asegurándose de tener espacio suficiente par extender sus brazos relajados a ambos lados. Cerró sus ojos un laaaargo rato.
God bless all the parents. |