Sin darnos cuenta, a medida que una persona pasa de ser joven a adulta, su vida se vuelve cada vez más rutinaria, ya no es como cuando uno es niño, mientras uno va envejeciendo mas compromisos va adquiriendo, algunos ejemplos son: el trabajo, los estudios y la vida en pareja.
Este es el caso de Carlos, joven de veintiséis años, que esta costumbre (la rutina) ya lo comenzaba a matar. Es por esta razón que decidió dar el primer paso, salir de su casa, a caminar, sin un rumbo fijo. Mientras el muchacho andaba, trataba de encontrar, algún tipo de solución a su martirio. El tenia claro las tres cosas que mas le quitaban el preciado tiempo que necesitaba, ¿pero que abandonar? Su novia era muy importante en su vida, él se encontraba enamorado. Los estudios, estos le permitirían tener una profesión, que para nuestra sociedad es necesaria, como dice el dicho “Sin un titulo no eres nadie”. Y el trabajo, este ayudaba económicamente a solventar las dos anteriores.
Carlos no podía encontrar ninguna solución, y ya se estaba sintiendo abatido, cuando de pronto levanto la vista, como para buscar a alguien que le pudiera lanzar algún salvavidas, pero se dio cuenta que el escenario donde estaba era totalmente desconocido, ¡¡claro!! . Sin darse cuenta ya había pasado una hora de caminar, “se había quedado pegado de tanto pensar” y ahora se encontraba en “Santiago de noche” fue hay cuando su cabeza fue invadida de recuerdos de noticieros y reportajes que tratan sobre la delincuencia, obviamente sintió temor, “su corazón bombeaba rápidamente” y comenzó a sentirse como Alicia en el país de las maravillas, entonces notó que era un blanco fácil para cualquier victimario, el solo hecho de no encontrarse en su territorio hacia ver en él que cualquier persona que estuviera cerca, podría ser su enemigo, “se sintió perseguido” y camino hacia la esquina próxima, vio un escape, un viejo taxi, con desesperación lo hizo parar, no podía seguir esperando otra oportunidad para huir, la nave paro y la abordo raudamente, la locomoción comenzó a andar y Carlos por fin pudo ver desde un lugar mas seguro, el campo de batalla que comenzaba a abandonar con éxito, pero muy rápidamente esa tranquilidad fue interrumpida por el conductor “Para donde lo llevo jefe” Carlos brinco del asiento trasero y luego contesto “mmmmm para San jorge con Av. la Florida”. Fue hay cuando comprendió que aun no lograba su objetivo de escapar, es más, ahora estaba con él, una persona que no conocía, de la cual podría esperarse cualquier cosa, entonces se acercó completamente hacia la puerta esperando encontrar el primer lugar seguro para bajar y sentirse seguro.
Diez minutos después, vio la plaza, esa que se encuentra a tan solo tres cuadras de su dulce morada, sintió seguridad al fin, y le dijo con tono fuerte al chofer “Deténgase aquí por favor” como demostrando que ahora él, era el que mandaba, sin ningún problema descendió y pago al taxista su dinero, camino prestamente hacia la plaza y se sentó en una banca, pudo respirar profundamente y analizar lo que había sucedido “La cagé para ser mamita jajajajajajajaja” fue su comentario, y como acto seguido llevo su mano derecha hacia su bolsillo tanteo y saco un cigarro de su cajetilla, lo colocó en su boca y levanto la vista, pudo entonces ver un letrero en el negocio que se encontraba en frente de la plaza, el cual decía: “Advertencia, el tabaco puede producir cáncer” eso hizo frenar por un instante el encender su cigarrillo, entendió que el fumar es como suicidarse a largo plazo, pensó para si mismo que si lo encendía de que serviría toda esa huida que había hecho. Se río nuevamente y prendió el cilindro nicotinoso, recién en ese momento él se sentía mas placentero, pero que mas comodidad que estar en el hogar pensó, y acto seguido comenzó a caminar hacia su destino.
Al entrar en su casa rápidamente se sentó en el sofá del living y encendió el televisor, aun había algo que lo impacientaba, se levanto y fue en busca del refrigerador, lo abrió y con un tono bajo y cansado dijo: “Puta que tengo hambre, me llego el bajón”.
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