La luz del sol
es la que guia mis pasos,
y tambien la luz de sus ojos,
quizas...
El abrazo eterno de la poesia
me alimenta dia a dia,
cada dia que pasa,
es una pagina para mis palabras,
una pagina para mis sentimientos.
-¡DESPIERTA!
El ruido sordo de una voz
retumba en el vacio.
Insuficiente.
El mundo me sigue enseñando,
como seguir luchando,
y a trazar mi realidad,
por medio de una simple pluma,
mi propia realidad,
quizas,
pero insuficiente,
-¡DESPIERTA!
La voz es esta vez abrumadora,
pero insuficiente aun,
mientras la luna me siga enseñando,
como seguir soñando,
y a cantar,
no con la voz,
sino con el alma,
en un canto profundo a la eternidad...
Pero de nuevo llega el sol
y me grita a la cara:
-¡¡¡DESPIERTA!!!
Y es entonces cuando llega el momento,
el momento de la vida,
y yo me pongo muy contento
cuando el sol me grita despierta
y yo, despierto.
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