Los fracasos contienen su propia aventura
ante latidos de olas inútiles,
ante ecos de mares llenos de intentos vacíos
que albergan tempestades y naufragios.

OH extravíos de alma y emociones
que dejaron muda la palabra,
nunca quise besar las arenas del abandono
nunca palpe los lindes del desapego
que arrojó mis tablas sobre la playa.

Por mis rodillas se escapa el deseo,
por mis manos se escurre el latir,
bebo aguas salinas sin sed
y la brisa helada de tus pupilas
destroza cada instante permitido.

Permanezco erguido entre miedos
algunos dormidos… otros muertos,
es mejor no voltear para no ver los despojos,
todos los gestos se pierden a la distancia
entre el viento y mis palmas quemadas de ausencia.

Cansa la memoria envuelta en pus
y mis huesos sin médula
con músculos cansados,
que intentan de nube en nube
dar con el vuelo de la esperanza.

Con la prisa de golondrinas liberadas
que se vuelcan una y otra vez
sobre horizontes desolados,
intento llenar el vacío encarcelado en la dureza de córneas.

Nos estamos muriendo sobre aguas solitarias
soñando de ola en ola que la vida
muestre el arco iris al final de la lluvia caída.