Y recuerdo a aquel pequeño niño,
que inconsciente y deseoso,
ya revisaba las paginas de aquella publicación,
buscando respuestas en los astros,
al porque de aquella vida,
sin sentido ni rosas,
ni juguetes ni alegrías,
ni afectos, ni amores fraternales,
tendría que haber alguna respuesta,
y si nadie las tenia aquí en lo terrenal,
deberían de estar en las estrellas,
en el más allá.

Acerté en mis instintos,
y me quise leer la mano,
y te quise encontrar en lo espiritual,
y quise abrir tus puertas,
y te busque,
en infinidad de miradas, alguien tendría las respuestas,
y yo las intuia,
posiblemente la sabiduría,
la luna o el sol,
mis sueños o los tuyos,
mis ideas o las de alguien,
en algún lugar,
siempre,
volví a buscar al más allá.

Primera respuesta... un hermano gemelo,
que te haga ver al otro lado de la puerta,
quien en caso de necesidad,
la paz te de,
quien en caso de caida,
te ayude a levantarte,
y como el destino es demasiado listo,
no me dejo verte,
hasta no estar preparado,
¡hasta no estar preparado!,
no viniste.

Hermanita que me abres puertas,
gracias por llevarme,
al mas allá,
donde de vez en cuando,
busco respuestas.

Y que los años que llevas en mi,
se multipliquen por mil.

©Chemita65.(22-01-06).