El hombre que tiene el mayor uso de su razón, es así porque ha sabido controlar su locura
En mi cabeza ha estallado la guerra, la guerra por el dominio de mi alma, dividida, en tantas partes iguales como amores busco entre cenizas.
Porque por buscar no pierdo nada, por lo que sigo buscando, buscando en la espesura, perdiendo, perdiendo la cordura.
La demencia me persigue en el peor de mis sueños, persigue mi tranquilidad y mi salud mental, nunca me he visto en mayor peligro que cuando siento por momentos, que no pienso, que me he ido, que la razón me engaña, que me sujeto a la locura.
Y es en momentos como ese cuando en realidad tengo miedo, cuando ningún bien me ata con seguridad a la tierra, cuando una mala elección puede arrebatármelo todo, dejarme sin nada.
Mas como esclavo de la demencia que soy (que somos) no echo de menos un destino mas justo, que por destino tenga entre mis manos la cordura, a elección de ser desdicha la mas violenta de las locuras.
Que más dar morir loco, que morir sin haber pensado, pues aunque no lo creáis, piensa mas el loco que ha elegido serlo que él más cuerdo de los cuerdos, que ni siquiera se ha planteado nunca porque razón perder la cordura.
Y ¿por qué perder la cordura?
Y ¿por qué mantenerla? Que ha hecho de ti la cordura mas que inútiles decisiones que no te dan ningún bien. Cuando eliges entre alguna cosa, elijas lo que elijas, después darías cualquier cosa por saber que hubiera pasado si hubieras elegido la otra.
Porque somos esclavos de nuestra mente, porque somos unos grandes pensadores ignorantes, porque la verdad universal nos queda a todos muy grande, porque no hemos nacido para dominar por completo al mundo, solo hemos nacido para pensar que lo hemos dominado.
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