Hallábanse Don Televisor y Don Dvd discutiendo acerca de quién entretenía más a los hijos de Júpiter. Doña Heladera escuchó la rencilla y díjoles al punto:
-¡Ilusos y necios artefactos, que discutís ensoberbecidos! ¿No sabéis acaso, que Doña Electricidad es la que os da vida, y que si ella se corta, no podeís entretener a los mortales con vuestras maravillas? ¡Más se lamentará aquel que anda en dos patas, por su licor espumoso calentándose dentro mío, o por la ceguera del pasillo y de la escalera, o por la pérdida de archivos, que por vosotros, que sereís en tal ocasión, simples cacharros inservibles!
Sumose a la reconvención Don Radio-Despertador que con voz aguda díjoles:
-Además, tú,Don Dvd, no tendrías razón de ser si te desconectaran de Don Televisor, y tú, Don Televisor ¡ay de tí, si no hubiera cable!
Don celular regodeábase en el conflicto, jactándose de no estar atado a la esclavitud invisible de Doña Electricidad.
¡Infeliz de él, se le estaban acabando las baterías! |