Vamos, deja tu sonrisa
conquistando al tiempo,
deja tus recuerdos tramando un olvido
Ven, pues impregnado de vida
necesito pedirte
que seas el cielo, el edén prohibido,
el maná milagroso que inunde mis
sueños
y que, en inmortal deseo
de febriles besos
te quedes conmigo
como una Eva dormida...
Texto agregado el 21-01-2006, y leído por 169
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