El Errante

Avanzaba por un camino paralelo
Donde su rigidez la pagaba con ira
Aprendiendo con leyes callejeras
Ocultando su lado mas claro
Ejerciendo respeto con su mirada

Era creído un loco
Grande o maldito
Pero él seguía
Lejos de los clanes de la imagen infame
Desconfiando de todos
Ayudando los apagados

Sus flores se murieron
Al enterrarse en su mazmorra
Su sensibilidad solo se veía en soledad

Amores putrefactos
Sembraron su interior
Haciendo renacer rocas en su rostro

Tratando de no ser uno más
Su calabozo se estrecho
Sólo lunas pasaban por su vista
Lozas que hundían su pasar
Entrañas segregando odio

En el fondo de su sociedad
Sobrevivía amando lo recíproco
Su dureza no cambiaba su meditación
Murió errando por la ciudad
Solo y olvidado