En una noche de resaca cuando intente despertar, unas manos pasaban sobre mí me detenían, no las quiero ver me dije y me acosté solo en mi cama pensando en lo desafortunado que me sentía, al salir de mi cuarto sucio y mal oliente, tome una manzana despidiéndome de la casa que durante algún tiempo me soporto, regrese de nuevo a la calle, inicie de nuevo, trate de comunicarme con las personas pero no se como hacerlo, se que no soy malo, pero se daban la vuelta cuando me les acercaba, vivo en una ciudad llena de gente y adonde quiera que voy, veo sus ojos que me miran, siento sus olores y escucho sus platicas. Pero no se como hablarles como acercarme a ellos, suplico diciendo “hey soy un ser como ustedes confíen en mi comuníquense conmigo, me siento solo, y sé que puedo aportar algo valioso a cada una de sus vidas” y nadie contesta a mi llamado, voy a bares, escuelas, plazas, cafés y siempre veo lo mismo, distintas personas y cada una reunida en un grupo pequeño o grande, pero a nadie veo solo. Solo a mí, aveces me imagino como si fuera un simple espectador, un testigo de las maravillas que me han tocado vivir pero no le veo sentido, buscó pensar en otras cosas, leer, libros, fumar y tomar. Hacer las cosas que no se me permitían o que me limitaba ha hacer de estudiante cuando era parte del mundo, y se me presentaban varios caminos para mi futuro todo iba muy bien en la secundaria y aun mas en la preparatoria no me importaba nada que no fueran mis amigos, mis compañeros. La gente mayor decía que solo perdía mi futuro si seguía por ese camino que ellos no eran gente de bien, pero yo me divertía, me era sencillo no ir a clases para ir al billar cosa en la que me hice muy bueno por cierto, me veía como una abeja haciendo su trabajo, conocí un mundo de placeres de la vida, como viajar con tus amigos, jugar ajedrez, domino entre muchos otros juegos, sin olvidar las parrandas y sus respectivas crudas morales. Llegue al fin de la preparatoria con muchas ilusiones y esperanzas al igual que mis compañeros, entre en una de las mejores universidades del país pero fui el único que lo logro de mis compañeros y amigos, me sentí muy bien y a la vez muy triste por lo ocurrido, el primer semestre aun los veía pero el grandioso reto que tenia a mis pies se convirtió en el un monstruo que se comió todo mi tiempo cuando inicie a trabajar dentro de la universidad, sin dudas pasaba mas tiempo en la escuela que en mi antiguo cuarto veía mas a mis maestros que a mis padres y dentro de ciudad granja construí mi vida, llegaron otros compañeros conocí a mucha gente que vale la pena con la que gracias a la unión de mis nuevos compañeros, derrotamos al monstruo poco a poco y con el sacrificio de algunos que no llegaron conocí a dos personas que cambiaron mi vida una aun que no veía me enseño a ver y la otra a luchar así finalmente termine por el momento mis estudios pero me di cuenta que mis amigos ya no están, son esclavos de sus monstruos y llegue de nuevo al final solo en un parque dentro de mi carro.