Nació un frío día de abril
Luego de larga agonía
Y como flor alegró
Mis más difíciles días.
Creía que era mía
Y que siempre lo sería
Sin embargo, creció
Y se olvidó que existía.
Una distancia infranqueable
Parece que nos separa,
No es ni el espacio ni el tiempo
Son dos corazones que laten
Y sienten desacompasados.
Hoy tuve una revelación
Supe que nunca fue mía
Pues siempre fue de la vida.
Hoy tuve una visión
Bella y desgarradora
Vi como Dios me entregó
Su más preciado tesoro
Sólo por unos días.
Y luego me la quitó
Por toda la eternidad
Para entregarle sus mieles
A toda la humanidad.
Fue así que comprendí
Las palabras del profeta
No eres mi: “hija mía”
Sino de Dios y la vida
Por eso ahora grito:
¡viva tu libertad!
¡muera la hipocresía!
Espero que seas feliz
Un largo camino te espera
Al recorrerlo sabes
Que estos brazos más viejos
Siempre tendrán la fuerza
Para levantar tu ser.
Como alcé mi bebe
De su moisés y su cuna,
La que divisó al mundo
Por primera vez desde lo alto
Con asombro y alegría
Texto agregado el 20-01-2006, y leído por 299
visitantes. (2 votos)
Lectores Opinan
20-01-2006
Muy lindo...además, yo soy una hija adolescente...así que me siento identificada. Mis 5*S mafEbG
20-01-2006
Es todo un poema a la vida. Porque la vida es ésa que nos palpita bajo la piel, la que nos lleva a los descalabros, a los arrebatos, incluso a los excesos. Es un texto hermoso porque es el texto de un humanista capaz de comprender que la libertad es el más preciado tesoro. Mis estrellas, mis felicitaciones. Calamitatum
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