Eres solo una princesa y no una diosa como llegue a pensar. Y aunque por más que lo intentara. Nunca hubiese logrado convertirte en una. Sabes que te ame y que por siempre te querré. Que llegue a enamorarme como un loco de ti.
Mi mente me decía que tú nunca te fijarías en mí. Mi corazón me daba falsas esperanzas. Me decía que si llegarías a quererme. Y el tiempo que estuvimos juntos. Sentí que si, que realmente me quisiste.
Pero no duraría mucho este cariño. Así como llegaste, te fuiste de mi lado. Me viste la cara al darme alas. Te burlaste de mí al encender este amor que te tenía.
Pero bueno, es ese entupido corazón que tengo. Que solo me estorba y me daña. Que nunca lograra hacerle caso a la mente. Por mas que esta le ruegue y le suplique.
Sabes algo. Este corazón. Ya no me sirve de nada. Me desharé de el y lo tirare al cielo. Para esparcirlo como la escarcha que quedo. Así me quedare solo con mi alma.
Mentira, ya no tengo alma. La regale a una diosa-humana. Que fue muy querida por mí. Eso ya hace mucho tiempo. Ahora ya no me queda nada.
¿Que podría dar ahora? Si en mí ya todo se fue. ¿Como puede vivir uno? Con un cuerpo agotado. Con una mente aniquilada. Con un corazón destruido. Y con un alma obsequiada.
Pero bueno. Olvida lo que te he escrito. Solo quería darte las gracias, mujer mortal. Por darle a este dios un poco de ilusión. Y sobre todo, un poco de tu amor.
Texto agregado el 20-01-2006, y leído por 165
visitantes. (4 votos)
Lectores Opinan
07-02-2006
gracias por recordarte que todavia vives, sientes...aunque te haya costado el corazón, vale la pena no??? larus