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Inicio / Cuenteros Locales / escritor_de_memorias / Historia de una vida (fragmento 5)

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La niña que me había asustado es la hermana menor de Pietro, su nombre es Pame. Desde niños ella acostumbraba llamarme cachorro, porque alguna vez escuchó al viejo Leo llamarme así. Aunque en realidad creo que lo hace por que le gusta molestarme, ya que ella sabe que me desagrada ese sobrenombre. En ese entonces Pame tenía trece años, mientras que Lucy tenía 14 años.

Estando ahí reunidos los cuatro, me di cuenta de lo mucho que habían cambiado las cosas en los dos años que pasaron desde mi ultima visita a Oasis.

Aunque yo tenía muy presentes mis recuerdos, la verdad es que ya no éramos los mismos niños que jugaban sin preocupaciones. Observé a Pame, si bien para mi seguía siendo una pequeña niña entrometida, debo aceptar que también se había convertido en una jovencita preciosa. Su rostro reflejaba toda la vitalidad y alegría del mundo. Tenía ojos verdes como esmeraldas, nariz pequeña y labios encarnados. Su cabello castaño y rizado caía graciosamente sobre sus delicados hombros.

Su cuerpo aún reflejaba ligeramente los rasgos de la niñez porque pude apreciar que aun seguía siendo muy delgada y en cuanto a su estatura ella era más baja que el resto de nosotros. En contraste, su hermano Pietro era mucho mas alto, moreno y de cabello oscuro. Pero había un rasgo que los distinguía y era el color de sus ojos, nadie mas en la tribu tenía ojos de color esmeralda.

Por otro lado, mi querida Luzy a diferencia del resto de los habitantes de Oasis, tenía piel blanca debido a que sus padres pertenecían a la tribu viento. Sus ojos color miel eran grandes y expresivos, su cabello lacio, largo y negro cubría su espalda; en conjunto con su nariz respingada y sus labios color carmín le hacían ver como una diosa. Ella era un poco más baja que yo y las formas de su cuerpo eran perfectas. Cualquier hombre podría enamorarse de ella, de hecho, ahí estábamos mi amigo y yo como ejemplo de eso.

Pietro continuó observándonos, no estaba convencido con la respuesta de su hermana.

-Vamos Pietro -dijo Pame -todos te están buscando.

-Si, esta bien regresemos a la plaza -. Pietro tomo a Luzy del brazo. Otra vez aprecié la incomodidad entre ellos mientras caminaban juntos.

-Hacen una linda pareja -, susurro Pame -pero nosotros somos sin duda la pareja perfecta.

Pame se aferró de mi brazo y me guió detrás de Pietro y Luzy. Al parecer Pame seguía enamorada de mi, al menos eso es lo que decía desde que éramos niños. Tras unos minutos llegamos a la plaza. Pietro y Luzy ocuparon los lugares de honor en la mesa central. El jefe nos vio a Pame y a mi y enseguida observé un brillo en sus ojos al parecer planeaba algo importante.

Nos pidió que lo acompañáramos y nos llevó a la mesa principal. Pame permaneció de pie a la derecha de Luzy y yo a la izquierda de Pietro. Un momento después hubo silencio y de repente el sonido de los tambores lo envolvió todo. El jefe se puso de pie delante de la mesa central y comenzó su discurso:

-Esta es una noche muy especial para la tribu tierra-,exclamó con voz orgullosa el viejo jefe.

-El joven Pietro se ha convertido en un adulto y ahora puede ocupar el lugar que le corresponde.

Al parecer había algo que yo ignoraba, así que presté atención a las palabras del jefe.

-Como mi único nieto es su derecho y deber ocupar el puesto de jefe de la tribu tierra.

Los gritos de jubilo estallaron. Ahora todo estaba claro, la celebración se debía al nombramiento de Pietro como jefe de la tribu. Pero eso no era todo, el discurso continuó. Una mujer se acercó a Pame y le dio algo, pero no pude ver mas que un resplandor dorado. Seguí escuchando al jefe.

-Siguiendo las tradiciones de nuestra tribu, deseo aprovechar esta oportunidad para anunciar el compromiso entre Pietro y Luz.

Un frío mortal recorrió mi espalda, no podía creer lo que acababa de escuchar. Luz, mi amada Luzy, comprometida con mi mejor amigo, y todo el pueblo era testigo. Aún no me recuperaba de la impresión cuando el viejo jefe llamo mi atención.

-Pame, Leo; por favor, el lazo.

Miré a Pame, quien me dio un extremo del lazo dorado, el cual colocamos alrededor de Pietro y Luzy.

-Ahora ustedes son los encargados de proteger ésta unión-, nos dijo el jefe.

La música, las risas, la alegría de todos. Para mi era una pesadilla.

-¡Que alegría!-, Pame me abrazó. –Muy pronto nosotros también nos comprometeremos, verdad cachorro.

No pude responder, permanecí en silencio un momento y luego me separe de Pame diciendo que me sentía enfermo. Caminé sin rumbo y el destino me condujo hasta el pozo, el lugar de mis recuerdos. Por un momento pensé en arrojarme y acabar con mi sufrimiento, pero afortunadamente deseché esa estúpida idea. Me senté en el suelo, recargando mi espalda contra el pozo y en medio de la noche no pude hacer otra cosa más que llorar.

De repente escuche unos pasos, levante el rostro y vi a Pame. Sin decir una sola palabra se sentó a mi lado y después de unos minutos decidió hablar.

-Tenía la esperanza de que tus sentimientos hacia Luzy hubieran desaparecido, durante estos años pero... hay cosas que nunca cambian.

No dije nada.

Pame se acercó mas a mi, colocó su delicada mano en mi mejilla y con suavidad me hizo girar el rostro hacia ella. Vi sus hermosos ojos verdes; estaban húmedos, y sus mejillas ruborizadas. Por un momento me sentí en un sueño. La hermosa niña acercó sus labios a los míos y me besó.

En ese momento mi mente estaba convertida en una tormenta de pensamientos.

Texto agregado el 19-01-2006, y leído por 131 visitantes. (1 voto)


Lectores Opinan
19-06-2006 Tal como me había imaginado, la reunión de los viejos amigos la final trajo dolores de alma consigo. Veamos cómo reacciona el protagonista a partir de ahora. Ikalinen
 
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