Por tus venas corre, la sangre que embriaga,
transformando en su avance el deseo en pasión.
Imaginación que despiertas, en la piel los temblores,
visten al cuerpo esencias, con sudor dulzón.
Gemidos ahogados, rompiendo el silencio,
de besos mi boca, hambrienta ya está.
Ansiosas mis manos, descubren los valles,
que tus formas regalan, con generosidad.
En murmullos perdidos, nos hacemos locura,
las palabras sobran, en nuestra intimidad.
Tu humedad, un néctar, mi deseo explota,
la unión de los cuerpos, ya no puede esperar. |