La caída es tan larga, las paredes tan oscuras, las voces tan lejanas
El miedo paraliza las extremidades del alma
Los ojos se enferman, ven seres que no están
También los oídos reafirman la locura
Pero al fondo del abismo despertamos de golpe
Ha pasado suficiente tiempo
Los ojos identifican la cima
El alma estira las piernas
El corazón la empuja con infinitas esperanzas de luz
Tus hermanos ofrecen sus brazos
Se ve la cima, lo de siempre, el hogar
Y nada es igual
La oscuridad, el frío, el golpe removieron el horizonte
Las risas son más fuertes, los abrazos más constantes
La frente está más alta, y los pies menos cansados
El retorno a la verdadera vida