Cuando elevo mis plegarias al cielo
tu mirada se refleja en el infinito horizonte
de la esperanza,
y tu protección va más allá de lo eterno.
Madre que tu misericordia
cubra nuestra alma de perdón,
bendícenos por siempre y
acoge nuestras súplicas, y
escucha nuestras alabanzas que
con inocencia te dedicamos.
Ilumina mi pensamiento,
dame voluntad y perseverancia
para vencer todas las dificultades del destino.
Ayúdame a predicar tu mensaje de paz, justicia y amor
para que la fe sea consuelo para nuestras penas.
Ruega por nosotros tus hijos
para que jamás de nuestro corazón
desaparezca la verdad,
para que a nuestro corazón no llegue
el odio ni el rencor.
Enséñanos a perdonar, enséñanos
a buscar el verdadero camino de la libertad
para glorificar tu nombre.
Texto agregado el 18-01-2006, y leído por 1001
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Lectores Opinan
18-01-2006
... Creo que esto deberia ir con el Nombre de Cristo... Karlina
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