Tener la soledad que tu tenías;
cuando viniste a mi,
no es lo más justo.
Pero quién nos ha dicho,
que el riesgo de querer es equilibrio.
Me encuentro tan vacío de alegrías,
que solo espero no acudir al
laberinto de emociones y lugares que
inventamos; que con tu ausencia, se han
vuelto insoportables.
Procuro
no ver en otros rostros,
el amor que tuvimos.
Cuando ocurre, una tristeza inmensa se resbala.
Ese día se vacía,
le falta alma.
Por más que brille el sol,
estoy a obscuras.
y aquella vieja magia que ha diario
convocábamos y me hacía vivir.
Cuando no estás conmigo,
no funciona.