Tu boca se mantiene fresca como
la dulce fruta que comía en mi niñez.
Sólo espero que ese día aún
conserve esa nativa frescura.
Y no hay porqué temer.
Está dicho y acordado.
El día se acerca
y yo aquí plantado te espero.
No me queda más que
hacer que ser paciente y amarte como
cuando ascendiste a la cima de mi mente.
El vaso está vacío y
las hormigas lo invaden.
Los artefactos apagados esperan tu llegada.
Me da por pensar que de pronto
me alejaré de toda esta chatarra y viviré
como en los comienzos de mi ciclo.
Cuando tomas mi mano te has ligado a
todo el mundo que acarreo desde que el
agua invadió el territorio.
Corramos por los campos que nos
esperan en recompensa por lo vivido.
Es un regalo.
El agua lo ha forjado.
Su torrente fué la que nos llevó hasta donde estamos plantados hoy.
Lentamente tu boca me besa y
afirma lo dicho anteriormente.
El puente era
indeble. Si hubieras soltado mi mano
no lo hubiéramos cruzado.
Ahora disfrutemos de lo dicho por el profeta.
El día se acerca como el sol a los árboles.
No queda más que esperar ese día.
Texto agregado el 18-01-2006, y leído por 92
visitantes. (1 voto)
Lectores Opinan
19-01-2006
me gusta!!!!!1 y tb me gusta q seas feliz...^.^ "Yous happyness it`s the mine..." Xaux! ShiMApi
18-01-2006
!Escelente man!, descubres las ideas como si siepre hubieran estado ahí, ralmente suena como si resplandeciera, felicidades... JanusMoon
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