El mártir de la espera

Me mostraste la puerta
Que yo buscaba
Me diste la posibilidad de pasar la línea
Que pocos tuvieron
El privilegio de pasar
Ese fugaz pero hermoso paso
Donde el poder desaparece
Y los sentimientos más inciertos
Se obscurecen

Aflorando un esporádico
Sentimiento inexplicable
Que me condiciono a pensar Constantemente en ti
Al instante de tu partida te extraño
Poco antes de verte siento que estallare

Algo que parece simple por fuera
Eso que descarga ganas de vivir
Un placer que ni la mismísima Afrodita Podía entregar
El más exquisito coñac de amores
Que ningún dios tuvo
El privilegio de saborear

El mundo se detiene
No existe nada alrededor de nosotros
El tiempo y el espacio
Los sonidos y las imágenes
Se desintegran
Solo por esa porción de mortalidad

Ese amor que quizá sea
El mas dulce martirio
Pero es un pecado evadirlo
Donde no existía
Donde sufría
Y me sentía vacío
Con una desdicha inexplicable
Ahora me siento radiante
Empalagado de tu dulzura
Un torrente de sentimientos me arrasa

Solo por pensar en ti
Saber que un alma recibe
Todo mi ardor
Me siento realizado en una tierra
Que ya no me interesa
Nomás para poder creer que te veré
Con la esperanza de tocarte
Abrasarte
Besarte
Amarte