El Fuego de la Serpiente Dormida
Los niños de distintas tribus, hoy unidas, se sentaron en rededor del fuego.
Los leños prodigaban el calor necesario para soportar la gélida noche que se avecinaba.
El anciano, ante el pedido de los niños, carraspea, como para crear más tensión y atención, entre los pequeños integrantes del grupo que componían su auditorio.
Los adultos de las tribus, sonreían, mientras realizaban sus últimas tareas diarias junto al fuego acogedor y viendo la importancia que se daba el anciano, como para demostrar que “aun hay quienes se interesaban por sus historias.” Y comenzó con tono solemne:
__ Cuenta la leyenda que la enorme serpiente petrificada se conmovió ante las heridas que le causaban en su enorme cola que reposaba allá por el sur, cerca de unos enormes glaciares. Causado por unos extranjeros emparentados con una bebida que llevaba el mismo nombre que su extremo posterior, por lo limítrofe que ellos vivían con los fabricantes de la bebida. El dolor toma conciencia en su cabeza que reposaba en el norte, casi tocando los hielos eternos de esa región.
Los extranjeros en la parte de su cola, venían de tierras muy lejanas, no así de su cabeza, dado que ellos habitaban la región donde la gran serpiente la reposaba en su largo sueño, estos extranjeros en la cola__siguió el anciano sabio de las tribus del sur__ intentaban sacar de sus viseras a la altura de la cola unas partes luminosas que a ellos les redituaría grandes beneficios. Con la creencia que ha esa enorme serpiente petrificada volvería, con el paso del tiempo a regenerarse y darles a ellos una inagotable cantidad de beneficios más el poder que ellos iban a desarrollar por las vísceras que le extraían.
Ellos usaban grandes maquinas para realizar estas tareas, el tamaño de ellas era inevitable dado lo enorme de la serpiente. Y los líquidos que usaban, junto a los restos de la serpiente que no les interesaban eran arrojados a los ríos y lagos de esa región del sur y comenzaron a enfermar a las aguas y a todos los que la usaban.
A esta altura de los hechos, los integrantes de distintas tribus comenzaron a juntarse contra ellos, sumado a ellos los animales. Y comenzó una larga lucha que a veces continua hoy.
Muchos de los humanos y animales comenzaron a mostrar deformaciones en sus cuerpos hasta convertirse en horrendos monstruos a la vez que la piel les cambiaba a colores como el morado, el verde y otros.
Prueba de las enfermedades que entraban en sus cuerpos causada por los extranjeros invasores.
Y... __ Acá el anciano sabio hizo una pausa, para observar lo atento que estaba su auditorio__ paso algo asombroso...
__¿Qué, qué ...?__Inquirió un ansioso niño.
__Lo asombroso fue que la serpiente despertó y comenzó, primero agitando su cuerpo ante tantas heridas, luego de las partes abiertas por los hombres malos lanzo un enorme fuego destructor.
Todo esto ayudado por los animales y los integrantes de las distintas tribus, que también arrojaban antorchas a las cuevas donde guardaban sus líquidos para herir a la serpiente dormida. Desviaron ríos que iban hacia el lugar de los hombres malos y ellos se enfermaban de tal manera que ya muchos no quisieron seguir trabajando.
Y otros al enterarse de lo que sucedía en el lugar, cuando les decían de ir a trabajar en la cola de la serpiente, nadie quería.
Con el tiempo hubo peleas en los concilios de tribus, pues algunos todavía creían que era bueno que los extranjeros siguieran trabajando. Solo había que tener cuidado.
Otros estaban por el no y argumentaban que a otros lugares que ellos fueron sucedía lo mismo.
Pero, la pelea más brutal fue cuando a la reunión llegaron los que dañaban a la serpiente, queriendo imponer sus intenciones y trajeron sus guerreros que dejaron en las puertas de la gran choza del consejo y comenzó una gran lucha con los integrantes de las tribus que quedaran afuera de la gran choza.
Muchos murieron. Y la gran ironía o burla de estos guerreros llevaban en sus cabezas el símbolo de la madre tierra.
__¿Cuál era el símbolo?__ pregunto un segundo niño
__Unos gorros chatos que usaban en sus cabezas de color verde.
__¿Y cómo es el color verde Anciano Sabio?
El anciano miró al ciego niño y respondió con ternura:
__Ya lo veras algún día niño
El verde__ dijo un tercero__ es como las hojas de los árboles.
El anciano sonrió y lleno sus pulmones de aire sano que comenzaba a inundar el lugar y pensó para si al notar que el tercer niño y otros ya se iban recuperando de la ceguera:
__Ya la plaga comienza a ceder.
__¿Anciano, siempre la serpiente esta dormida?
__No. Antes volaba.
__¡Ah!__ Dijo otro niño__ como vuelan los gorriones y en las noches los murciélagos.
__¡Dioses!__ Exclamo el Anciano__ Le estamos ganando a la gran enfermedad.
Este niño ya puede ver en las noches.
¿Cómo nadie dijo nada?
Los padres del niño se acercaron viniendo desde otra fogata.
__Pensábamos que estábamos ofendiendo a los dioses.
__No mujer. No es ninguna ofensa. Es la prueba que los dioses nos han escuchado.
Tomo al niño, lo alzo y ofreciéndoselo a la luna exclamo pleno de regocijo:
__¡Mama Quilla! Este niño ve en las noches. Gracias.
Mañana le agradeceremos a Tata Inti. Y la Mapu nos dará sus frutos sanos.
La profecía decía: Cuando un niño vea en las noches ese será el Gran Comienzo.
Pueblo Mapuche. Los Che de este suelo estamos felices.
¿Dónde esta el niño que me pregunto si siempre dormía la serpiente?
__Yo soy, Anciano.
__La Serpiente Dormida son esas grandes montañas enormes e interminables y algunos la llamaban La Gran Serpiente Emplumada en honor a los integrantes del Concilio de las Tribus, que viven por el centro del cuerpo de La Gran Serpiente Dormida.
Por esos nuestras costumbres se han fundido en una sola.
EL anciano se retiro a su choza y escarbo entre unos cajones y extrajo un, para él, viejo papiro donde se leía en grandes titulares:
Marzo 2003 Página 1.. (Ahí el papiro esta roto. No se sabe que seguía después del uno) Esquel será un gran cráter si se permite que se explote los Andes para extraer su oro y plata.
__Mañana será el gran día. Ya puede saberse como comenzó todo.
¡Que importa si ya mis ojos no pueden ver bien en las noches, ni con una antorcha!
¡Que importa si es por el paso de los años o por la enfermedad que padecemos todos!
Desde Mañana dará inicio del Gran Mañana. Otros verán por nosotros.
Apago la antorcha.
Por un hueco de la choza observo el cielo.
Él con dificultad aun podía ver titilar algunas estrellas.
Se durmió tranquilo.
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