El amor se sacó el disfraz
Al verla, al sentir su aroma al mirar esos ojos con destellos de estrellas, su cabello de oro, su cuerpo tan soñado, tan amado, el amor se desprendió de la crisálida y se transformo en multicolor mariposa iniciando el mágico vuelo del beso. El amor se derramó por sus ojos ávidos de su presencia, se escapo por las puntas de los dedos como relámpagos centelleantes, se derritió en los labios y corrió como un dulce rio de helado de chocolate.
El amor rompió las rejas fibrosas carmesí del corazón, y bajo el cielo nocturnal se dio a la fuga, dando su grito de libertad en un beso...dos...infinitos besos húmedos tanto tiempo reprimidos. El amor encendió la piel, encendió la carne, tornándola en insoportable llamarada, encegueció la razón, olvidó códigos, arranco mordazas, y fue solo lo que era, nada mas ni nada menos que amor.
Se encontró con unos ojos asombrados, un cuerpo tembloroso, la sorpresa dibujada en el rostro, y el silencio, cimitarra que hiere el aire, sutura los labios, y ahoga la voz.
¿Quien puede ser juez, quien puede acusar, quien puede negar, quien puede castigar al amor?
El amor se arrancó el antifaz se saco el disfraz de amistad y se reveló tal cual era, tan puro, tan inmenso tan excelso tan exuberante, tan transparente como solo puede ser el verdadero amor.
Anngiels simplemente mujer.
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