Enredos en el bar
Todo empezó una tarde cualquiera. No era diferente de las demás, quizás un poco más fría, pero el día había transcurrido normal para todos, salvo por las extrañas llamadas de Marimar. A cada uno les sorprendió en un momento diferente, pero fue extraño para todos. No solían quedar entre semana, y era martes, pero Marimar les avisó con tanta urgencia que a las 7 de aquella tarde todos habían llegado ya al bar de siempre, ocupando la mesa de siempre, Alexandra junto a Ciare, siempre tan unidos, al otro lado de la mesa Ken, Criptosio y Masatu, más reservados. Y frente a la ventana Paloma y Esther murmuraban algo. Todos preguntándose qué pasaría, esperando a la anfitriona.
Ingresó Marimar radiante, con las mejillas sonrosadas, los ojos brillantes y en la boca dibujada una enigmática sonrisa, Paloma y Esther se acercaron a la mesa. Con creciente interés esperaban que Marimar hablase, pero primero se cercioró que estábamos todos, luego miró a Alexandra y Ciare y con su clásico buen humor exclamó: -¡Parece que hay romance! y dirigiéndose a todos los compañeros añadió: -¡No lo van a poder creer!
Marimar mira fijamente a Masatu y a Criptosio, la mirada de Masatu hacia Marimar es fija, ella se relaja, lo mira y dice: - Masatu y Criptosio estan juntos.
Todos se levantan de la mesa y miran a los dos fijamente.
Ellos se miran extrañados, Masatu coge por el brazo a Ciare y lo saca fuera del bar, Ciare le hace un gesto a Masatu para que no lo coja del brazo.
- ¿Eres gay? (dice Ciare) no me lo puedo creer.
- Te equivocas, (dice Masatu) yo estoy enamorado de Marimar, pero Palomita me contó que ella era muy difícil, me dijo que a ella le gustaba mucho charlar con los homosexuales, y yo le dije a ella que corriera el rumor a Marimar, para poder estar mas cerca de ella, pero creo que eso le ha enfadado mucho a Criptosio y ahora no sé como voy a salir de esto.
Mientras Ciare lo mira intentando comprenderlo, en la mesa Alexandra y Esther contienen la risa y Marimar abraza a Criptosio susurrándole:
-No te preocupes, somos tus amigos, nos alegramos por tí, no tienes que avergonza..
-¡Pero si yo no... - antes de acabar recibe la mirada de Paloma, y comprendiendo lo que tiene que hacer, termina la frase - ... quería que lo contaras tu, quería hacerlo yo.
Vuelve a juntarse el grupo y se abrazan unos a otros, felicitándose y confundiendo a los aludidos con frases como "si ya había notado algo yo". Entre el revuelo Criptosio agarra a Paloma por detrás y le murmura "esto me lo agradecerás de una forma muy especial". Esther lo ha escuchado TODO.
Mira a todos con recelo, se acerca sigilosamente donde están Ken y Marimar y queda pasmada cuando escucha la conversación de éstos:
_ Ken, ¿ tú también?, no lo sabía. No estés celoso, estoy segura que Matasu retornará a ti.
Ken, furioso no alcanza a responderle porque en ese momento irrumpen en el Bar....
¡Una orquesta!!! , la cuál empezó con una emotiva serenata dedicada a Marimar. Era obra de Ken, quería conseguir el perdón de Marimar por serle infiel en una noche donde se mezcló el alcohol, la pasión y la seducción mutua entre él y Palomita.
Lo que nadie supo nunca es que a Paloma, aquella noche, también le condujo el amor. Y mientras Ken se arrodilla ante Marimar, ella y Masatu se miran malhumorados, viendo la caída del plan que tan bien habían ideado ambos para conseguir cada uno a su amor. Y es precisamente el amor lo que están haciendo a solo un par de metros Alexandra y Ciare en el lavabo...
Marimar se arroja a los brazos de Matasu y sollozando le dice, _¡Estoy tan confundida!
Criptosio toma desprevenida a Palomita y empujándola hacia el lavabo le susurra al oído, _ Tienes una deuda conmigo.
En ese instante, aparece Esther que inocentemente los llama,
_ ¡ Criptosio! ¡ Paloma!_ espérenme, voy con ustedes...
- ¡ Por qué no te quedas ahi mejor! sonríe Criptosio.
Masatu mira a su alrededor, se encuentra muy confundido, se dirige hacia la orquesta y les hace callar, acto seguido se pone de pie en lo alto de una mesa, y les hace llamar a todos.
- Creo que ahora me toca hablar a mí, mis palabras seran sinceras, tal vez alguno no perdone, pero ya no puedo aguantar más esta falsa, yo no soy gay, de la que verdaderamente estoy enamorado es ...
De... ¡Marimar! La mujercita más dulce y encantadora.
Hubo aplausos y exclamaciones de alegría, Ciare y Alexandra se abrazaban y besaban sin inhibiciones, Ken, se sentó y apuró su copa de un trago, Palomita se le acercó y acariciando su cabeza le preguntó...
_ ¿Sabías que se comenta que Marimar se entregó en una noche de dolor y confusión a Masatú para vengarse de tu traición?
Los celos, desesperación, angustia, se mezclaron con sentimientos de furia y odio que cegaban a Ken, arrojó la copa contra el piso y mientras los vidrios se esparcían por todo el lugar miró a Marimar y a gritos exclamó:
_ ¡Serás mía o de nadie!!!
Y antes que nadie pudiera reaccionar se arrojó sobre Marimar y le clavó un puñal en el corazón...
Dos días después se ponía el sol y todos volvían a reunirse. Esta vez no había peleas, reinaba al fin la paz. Todos estaban presentes. Criptosio aprovechaba la ocasión para rodear a Esther y acariciarle la cara. Masatu se refugiaba en sus gafas oscuras con un puñado de lágrimas resbalándole por la garganta. Alexandra y Ciare se abrazaban inconsolables. Marimar, convertida en cenizas, esperaba el final del sermón para emprender su vuelo por el cielo rojizo y acabar descansando en el mar. Ken, en prisión preventiva, esperaba su juicio y se encontraba también presente, pues una parte de él anidaba ahora en las entrañas de Paloma.
Autores: Alexandra, Marimar, Masatu y Paloma
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