Buenos días/ tardes/ noches. Hoy (O ayer o mañana) te voy a hablar sinceramente a ti. Quienquiera que seas. ¿De qué? La verdad, aún no lo tengo muy claro. Así que, simplemente, dejaré que mis manos se muevan.
Se me ocurre contar mi vida, pero pienso que te aburrirías. Se me ocurre filosofar sobre la vida y la infame distancia temporal que hay desde el nacimiento hasta el último estertor pero, la verdad, o pensaras que soy demasiado simple o no me entenderías. Con todo esto solo se me ocurre una cosa. Hablarte de ti mismo. ¿Qué te parece? Pensarás: ¿Y qué carajo va a saber este gilipollas de mí? Sencillamente nada: te respondería yo ahora. Pero, amigo, todos hemos sido insomnes locos en noche de desamor, aburrimiento o por culpa de comidas demasiado copiosas antes de caer en la cama (Solos o acompañados).
Me gustaría decirte que cambies. Sabes que debes hacerlo, pero claro, si te molesta que te lo diga un conocido, cuanto más un imbecil del cual no sabes ni una palabra. Si, lo se, no aceptas bien las críticas (Aunque te empeñes en decir que si, que prefieres la crítica constructiva) y por eso te advierto que el que no acepta las críticas de los demás será, al fin y al cabo, el más criticado y, lo que es peor, a sus espaldas. Por eso admíteme un consejo: Se humilde. Sabes que debes de serlo un poco más. Vamos, a mi no me engañas. También soy humano y, por lo tanto, para mi la humildad es secundario. De acuerdo, a partir de ahora me aplico el cuento. Pero no pienses que vas a librarte; Seguiré hablando de ti (O de “usted”, si le molesta que alguien que no le conoce le tutee)
¿Qué le cuento ahora? ¿Quiere que hable de su primer amor? (Joder, dejaré de hablar de “usted”, siempre me pareció algo muy trabajoso y demasiado ajeno. Si te molesta, sustituye el “Tu” por el “Usted” y aquí paz y después gloria) Como decía: Voy a hablarte de tu primer amor, pero para esto tienes que ayudarme. Tienes que buscar por los recovecos de tu memoria y tu alma. Cuesta ¿Verdad? ¿No es odioso que en días de soledad, añoranzas, tormenta o simple aburrimiento venga a verte la imagen de esa persona? ¿No es odioso que venga a hacerte pensar? ¿A imaginar que hubiera pasado si aún continuaras con esa persona? ¿O si te hubieras acercado a ese primer amor que no pudiste tener cerca y haber tenido valor para arrancarle un casto beso de tu recién estrenada adolescencia? A mí, la verdad, a veces me pasa y por eso presupongo, que ya es mucho presuponer, que le pasa a casi todo el mundo (Cuando no a toda la humanidad).
Simplemente por eso, por que somos humanos y por que los sentimientos se nos amontonan en el corazón y en el paso de los años no somos tan distintos.
Ahora, para ser justo, te voy a hablar algo de mi pero, desgraciadamente, no se me ocurre nada. En fin, solo decirte que esto que te cuento lo escribo mientras el insomnio (Por soledad, desamor o por una comida copiosa) hace de mi mente un estercolero mientras me planteo mi propia humildad y vienen a verme las imágenes de mi primer amor.
Ahora ya lo sabes: No eres el único que sueña despierto.
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