La historia cuenta de un hombre muy orgulloso que por alguna razón le temía a lo oscuro, a lo malo.
Todo transcurre en la edad media aproximadamente.
En el reino en el que el vivía existía un lugar preciso, el cual se llenaba de maldad por un ser despreciable que había robado la piedra que unía al mundo, sin ella todo era malo.
El rey propuso que la persona que se ofreciera a derrotarlo tendría la mano de le hermosa princesa, pero por mas que los hombres del pueblo querían a la princesa nadie se atrevía.
El hombre orgulloso amaba mucho a la princesa y ella le pidió que si él lo hacia, iba a demostrar que no le temía a nada. Este, por su orgullo se atrevió.
El camino hasta la puerta fue muy tranquilo, pero al entrar se encontró con un laberinto de espejos, a medida que el se daba cuenta que era imposible salir él iba escuchando voces y en los espejos no se reflejaba él, sino acciones que le gritaban:
-eres vacío
-que hay detrás de tus metas
-tu orgullo te mata
-jajajaja
Pero había un espejo en el que se reflejaba su sombra.
Él, al darse cuenta que no tenia oportunidad de salvarse, se apoya en uno de los espejos y se resbala a medida que caía frente a la sombra, ella se iba achicando hasta que él se queda sentado en el suelo y ella se miniaturiza hasta llegar al porte de un dedo, sale del espejo y con sus ultimas fuerzas sube por la pierna de hombre hasta la mano, que estaba afirmada en su pierna, y se acurruca, el hombre la mira y le cae una lagrima por la mejilla….