Ven a verme a mi galaxia, siempre que llego te encuentro profundamente dormido, yo te estaré esperando ansiosa, para mostrarte éste lado agitado pero hermoso del Universo; te cuento que en mi planeta hay unas simpáticas criaturas que caminan 10 pasos y alguien debe tocarlas para que emprendan nuevamente la marcha, son realmente graciosas, pero también existen bestias milenarias con coronas en la cabeza, dirigiendo reinos enteros, además pequeñas hadas color dorado, que producen pasto fresco cuando se asientan en los desiertos, alimentándose de granos de arena, hasta que se hartan de ésta y buscan otros manjares, y ni hablar de los Huns, que revolotean de planeta en planeta buscando tesoros para enterrarlos en su planeta, al que regresan solo cuando sienten cercana la hora de morir.
Ven pronto para que tomes mi mano y me abrigues en tu pecho, aunque debo decirte que ya algunos de tu hogar han intentado buscarme e invertido millones y millones de dinero en ello, mas no han podido superar la orbita de la luna; yo te mostraré la nave más veloz jamás concebida en tiempo alguno para que me encuentres, lejano amor. Para armarla solo necesitas una hoja, algo con que escribir y ese magnífico poder que me atrajo como un imán hacia ti: una desbordante y creativa inspiración. |