Había una vez un chico tan extraño que nunca le hablaba a nadie. Sus únicos amigos un grillo y una araña. Su único objetivo: conseguir su sueño, aquél que lo atormentaba, el encontrar ha alguien que lo quisiera.
Con la música de su fiel amigo y con el frágil movimiento de su querida amiga, que bailaba al compás de la música, esperaba cabizbajo.
Sentado en una silla al lado de la gran ventana, cuyos grandes cortinajes en las tardes ventosas de invierno, cubrían la escuálida figura del pobre y solo chico extraño. Su mirada distraída que en un principio se posaba en la nada, ahora miraba una carta empezada sobre la mesa de madera que esta se encontraba en medio de la sala.
“Querido nadie” así comenzaba “Nunca quise, nunca amé, tan sólo viví en la nada. Ahora me despido, hasta nunca, hasta nunca amiga nada" el chico extraño firmó la carta, la selló con lacre negro y estampó sobre él el sello de plata, el que heredo del padre de su padre y así por varias generaciones atrás. Dejó reposar la carta sobre la mesa y se dirigió hacia la ventana, aquella que fue mudo testigo de las tardes en que esperaba encontrar quien lo quisiera tal como era por dentro y no por fuera.
Quito la silla colocándola a un lado del sofá donde ahora dormía tranquilamente su amigo el grillo, le dedico una tierna sonrisa, se volteo para ver a su amiga la araña que dormía sobre un hilo muy fino que pendía del techo.
"Adiós amigos, adiós, vosotros habéis sido los únicos que he tenido y los que siempre me habéis escuchado, pero es hora de cumplir los hados del destino y convertirme en cadáver olvidado". El ventanal se abrió de golpe, invitándolo, él se acercó con paso firme sin intimidarse y al llegar al ventanal subió la pequeña altura y sin temor y con premura alzó un vuelo sin alas que terminó en aterrizaje forzoso contra el suelo y estrepitoso.
En la casa de la cera de enfrente, alguien más observaba. Una figura que se dibujaba en la cortina, de un color crema, venia observando de tiempo atrás a este chico extraño. Lo observaba cada noche cuando este se sentaba en la venta para observar a los transeúntes.
Aquella silueta pertenecía a una chica hermosa, bella como la primera flor de primavera. Sus ojos se habían posado en este chico extraño por vez primera en la ocasión en que su mascota, una perrita blanca, salio corriendo hacia la calle y se paro en medio de esta sin ver que un coche se aproximaba, ella toda angustiada, le hablaba para que regresara y al ver que el coche se acercaba mas a su mascota, se detuvo en seco, esperando ver el impacto, de pronto una sombra que salio de la nada, levanto a la perrita y se acerco a la chica empujándola y haciéndola caer en la banqueta a salvo de todo peligro.
La chica hermosa, que no dejaba de llorar, abrazaba con gran alegría a su perrita, sin prestarle la más mínima atención a la persona que la había salvado. el chico extraño se le había quedado mirando, pues era realmente hermosa, y sin esperar las gracias se fue directo a su casa.
La chica hermosa levanto su rostro lleno de lagrimas y solo vio como el se marchaba, se levanto y fue corriendo hacía el pero al llegar a su lado y al darle las gracias este no volteo y haciendo caso omiso de lo que ella tan dulce y sinceramente decía siguió caminando.
Y así fue que desde ese día, ella cada vez que se lo encontraba le intentaba dar las gracias, pero claro, sin ningún resultado porque él cada vez que la veía venir cambiaba de dirección.
La chica hermosa al ver que las cortinas se habrían y que el chico extraño se asomaba por ellas, pensó en hablarle pero se detuvo al ver que se subía a la ventana, extendía sus brazos en forma de cruz y sin darle tiempo de decir algo el chico extraño ya iba en el aire.
El ruido fue tan fuerte que sus amigos se despertaron, el grillo de un salto llego al marco de la ventana y la araña con un solo balanceo, se soltó, y flotando llego a su lado. Sus ojos se quedaron muy abiertos y en sus rostros se dibujo una expresión de espanto, no podían creerlo, se miraron fijamente y sin dudarlo fueron a su encuentro.
Se posaron a su lado sin explicarse porque lo había hecho > Se preguntaron el uno al otro con lagrimas en sus rostros.
La chica hermosa también fue a su encuentro pero dos metros del cuerpo se detuvo, le brotaron gruesas lagrimas de tristeza al contemplar el cuerpo del chico extraño, ya que ella se había enamorado de el, por la forma de ser con todo el mundo y aunque ella siempre había intentado decírselo repetida veces cada vez que lo veía cercas.
El grillo y la araña vieron a la chica hermosa que se había acercado preguntándose quien podría ser y el porque lloraba desconsoladamente por su amigo, el chico extraño. Estos decidieron aproximarse más al cuerpo para no separarse del que los había alimentado, cuidado y platicado durante toda su vida.
Hasta ese momento la chica hermosa no se había percatado de ellos pero cuando el grillo y la araña se movieron un poco ella los vio y se dirigió hacia estos y sin saber lo que significaban para el chico extraño de un fuerte pisotón mando sus almas al otro mundo, junto con la de su amigo, dando fin a todo lo que el chico extraño quiso en su corta vida.
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