Silencio, porque ha vuelto la esperanza a dormir en mi sueño,
revuelto el futuro me aguarda más impaciente que jamás,
estoy de vuelta en estos sueños inconclusos que no cesan,
pero no quiero despertar, estoy de vuelta en este mundo.
En mi viaje he descubierto las incertezas del origen y la causa,
la falta de unos labios pequeños que me nombren un suspiro,
la necesidad que me es imperiosa de abrazar, y rodearte toda,
pero más allá de lo que no tuve, de lo que tengo para regresar.
Amo a perpetuidad, tantas y tantas cosas que se me secan,
los labios de nombrarlas y los ojos de extrañar mirarlas,
pero no me hace caso, el amor me ignora cual mar al llanto.
Te he soñado y por ello he vuelto, renovado de bríos amorosos,
que te persigan, que te invoquen hasta encontrar la manera,
el modo alguno que te enteres que ha crecido de modo alguno,
este amor que me provocas al despertar y al dormir,
porque no me recuerda nada a tí si no dejo de pensarte. |