Un pueblo alejado de la ciudad. Un caza que nunca había visto. Una fiesta a la que entré a escondidas. Varias personas tomando y fumando marihuana. Una mujer que parecía haber sido sacada de las películas de los cincuentas. Todo en ella era una película de los cincuentas. Las demás personas eran del siglo veintiuno sin duda alguna, pero ella era diferente. Su vestido era rojo, pero se veía gris, fumaba como Marilyn Monroe y de pronto estábamos en un baño repleto de gente y yo me la estaba follando, me salieron ojos en la espalda y podía ver como sus pies me abrazaban.

Cambio de escena: ya amaneció, soy el último de la fiesta y tomo una chaqueta que era de la mujer de los cincuentas, aunque nunca se la vi puesta, algo me decía que era de ella. La huelo y compruebo que si era de ella y salgo de la casa sin ponérmela por completo.