Corre el tercer mes de 1753. Los Vampiros, Lupinos y seres mitad animal mitad humano son el tema de los innumerables asesinatos y desapariciones en toda Europa y Asia.
Raymond, un excéntrico Alemán, radicado en Dinamarca, toma este tema muy en serio y llega a descubrir secretos y cosas que nunca se debió entrometer. A raíz de esto cumple su sueño, pero de una manera en la que el nunca pensó jamás.
La historia se relata de tres maneras, pero dos son las mayoritariamente presentes.
La parte que él escribe y los acontecimientos.
Aquí comienza “Peligrosas Indagaciones... Ojos Que Matan”
El Comienzo Del Final
“Día quinto del tercer mes de Nuestro Señor de 1753
Hoy comienza mi más selecta obra de investigación. Llegue a un pueblo sereno como la brisa del campo de Escocia. Italia y Alemania no tienen comparación con Dinamarca, mi estadía aquí espero que sea larga; gente muy culta, simpática y eficaz, muy religiosa también, pero como en todos los países nórdicos, bohemios de noche y conservadores de día. Eso me encanta.
Pude haberle dado las gracias al conde Rich Mûller por haberme conseguido esta gran biblioteca, monumental y fundamental, y de donde sacare todo. Ah esto de los Vampiros... que será de ellos, sé que existen. Si no fuese así, ¿porqué les temerían? O por lo menos no los tomarían en cuenta como lo hacen en estos tiempos. La gente de aquí los respeta y dicen que es posible verlos con cuidado en las regiones lejanas al pueblo. Seria espectacular, no por fanatismo, encontrarme con uno y tener una base cien por cien verídica en mi investigación.”
Raymon Arthur Schlack Maul es un aficionado investigador de mitología antigua y leyendas relacionadas con bestias. Últimamente se ha centrado en los Vampiros, llegando a ser tratado de hereje y diabólico, pero mucha gente también lo conoce y lo apoyan incondicionalmente con rumores e información de todo tipo. Llego a Dinamarca después de su exilio de su Alemania natal por un holocausto generado por la Iglesia Católica y su Inquisición de la Buenaventura. Parte de su obra, llegaron los rumores, fue quemada pero salvo lo más importante que poseía en ese entonces: 34 versículos de El Libro De Nod, una copia casi intacta de “El Al Azif” de 1571 y unos textos referentes a la Progenie y los Cainitas. La meta en mente de Ray era llegar a Viena, corazón y nido de los conocidos Magi de la Orden de Hermes. Magos, que según muchos decían, tenían conexión con Tremere, un Conde Rumano que por métodos y rituales desconocidos alcanzo la vida eterna y la sed incansable de sangre, se había transformado en un Vampiro.
-Patrañas Sir- le dijo el tabernero del pueblo mientras Ray hablaba de su investigación- Aquí los Vampiros son como las gárgolas, si de verdad quiere conocerlos debería hablar con la gitana del campamento fuera del pueblo o sino caminar cautelosamente por la granja abandonada, de seguro se encuentra con uno, pero en lo que respecta a mí, deben ser estúpidos blasfemos herejes disfrazados para meterle miedo a los niños del pueblo, hace días que llegan advertencias de otros pueblos que quieren tierras fértiles y piensan que con susto se las daremos.
-Acepto su opinión mi querido tabernero-respondió de muy buena forma y sin sarcasmo alguno, mientras tomaba su ultima copa de vino-¿Cuanto le debo?
-Bah Sir, dejémoslo en 5 monedas, me cae bien.
-¡Oh! Gracias, volveré mañana por la mañana, téngame lo de siempre, leche y si es posible tibia. Comenzare temprano con mi segundo día de investigación.
-Como desee Sir
-Adiós
-Hasta mañana Sir, que le vaya bien-dijo el tabernero mientras limpiaba el mesón con un trapo viejo y húmedo.
“Así que con los gitanos”, pensó Ray mientras caminaba fuera del pueblo. Se dirigía donde menos creía encontrar información preciada que le otorgaran.
Dudó considerablemente en pasar por el camino que daba al lado del árbol de Thronak, existente hace ya medio siglo y reconocido también por su gigante figura de gomero. Los gitanos creían en su poder natural ancestral y pusieron en sus faldas su campamento, así de día les proporcionaba sombra y de noche protección. A su vez al otro costado estaba el tranque, que les daba los peces y el baño diario. Sus tiendas eran coloridas, siempre vivas y llenas de artilugios esotéricos. Música y fuego acompañaban a los gitanos todas las noches. Ray lo presenciaba desde el segundo piso donde se hospedaba.
Había un reloj de sol que se podía ver de cualquier punto del pueblo, tenia inscripciones arcanas que nadie quería ni podía descifrar, en el momento en que este marcaba las dos de la tarde y pasadas Ray se paro al frente de la gran tienda y llamo.
-Miritza, necesito hablar contigo-grito Ray
A los minutos una mujer vieja de facciones que delataban sus longevos 91 años, pero que a pesar de esta edad sus movimientos y fluidez de habla eran como de 40 años menos.
-Pasad Sir-dijo la anciana corriendo las cortinas de su tienda rojiamarillenta.
-Gracias Miritza-dijo Ray al entrar a los aposentos de la anciana, llena de telas costosas traídas de los 5 continentes conocidos-Vengo por información, si me la puede otorgar, le estaré muy agradecido.
-Tu y tus investigaciones Sir, pregúntame y veremos que quiere saber tu mente que yo también lo sepa.
-¿Que sabes del Vampirismo?-pregunto a secas Raymond antes de toser para arreglar su habla.
-Pues a eso te contesto Sir, no te metáis con lo que no podéis jugar- dijo Miritza severamente- Eso es peligroso, nadie sabe si es mal real o no, pero mientras nadie lo conozca, más peligroso es.
-Lo sé, pero quiero saber mas para lograr conocerlo y acercarme a este arte...
-¡Arte!-interrumpió la anciana gritando- Arte demoníaco, arte pagano, arte ordinario traído desde el mismo infierno. No debes Sir, no debes nombrarlo así.
-¿Tan peligroso es?-pregunto Ray algo alterado por la interrupción.
-Te lo diré secamente Sir. Es como golpear a la muerte provocándola.
-Con eso, Miritza, me dices mucho, seguiré mi investigación con mas precaución.
-Cuídate Sir, no dejes que te lleven, sé que los reconocerás al verlos, son fáciles de ver en la oscuridad.
-Gracias, adiós.
-Adiós Sir.
Al salir de la tienda el tiempo se detuvo por largos momentos. Por primera vez en el mundo no había movimiento a excepción de los que lo provocaron. Algo sucedía a las afueras del pueblo y no era normal que así ocurriese. El día paso a la noche mientras cinco seres se movían hacia el pueblo en la oscuridad.
La cara de Ray quedo estancada con sus facciones que delataban su disgusto a la información obtenida y a la vez su mano sobre la frente que indicaba que el sol le molestaba.
-Sangres-dijo una voz en susurro acercándose a la puerta de la pieza donde se hospedaba Raymond.
-Lo sé, retírate echaré un vistazo-dijo otra voz empujando a la sombra anterior
Unas palabras indescriptibles y casi inaudibles fueron suficientes para abrir la cerradura de la habitación. La sombra se digno a entrar pero como si un escudo protector la cubriera, el ente que intento entrar fue lanzado contra la muralla fuera del cuarto por una energía que nunca había sentido.
-¿Estas bien?-pregunto el otro quien llegaba hacia el recién caído
-Si, logre identificar esa energía antes que me golpeara directamente, pude reaccionar- dijo con airoso tono, haciéndoles saber que no era tan fácil derribarlo-Esta pieza esta llena de fe, no podrá entrar ninguno de nosotros, ni si quiera un Antiguo, hasta que este Sir se vaya.
-¿Cómo frenaremos su investigación?-pregunto uno de los otros cuatro
-Hay mil maneras diferentes, si es dado el permiso, esta misma noche podríamos convertirlo si es necesario-contesto otro
-No, dejemos que nos llene mas la habitación de información, está trabajando inconscientemente para nosotros-dijo el caído que ya tomaba posición y por su apariencia parecía ser el líder del grupo-Ahora nos vamos, tengo otras cosas que hacer antes de perder el tiempo.
-Claro, el Rego Magi que utilizaste es de muy ínfimo lapso
Así lo hicieron en pocos minutos mas volvió a ser de día, las nubes se corrieron y dejaron pasar la luz solar que golpeaba las mejillas de Raymond otra vez.
Los seres inidentificables desaparecieron en conjunto con la oscuridad. El tiempo había corrido también y ahora dejaba correr las acciones pendientes hace una hora y unos pocos minutos.
Raymond creyó que no mucho tiempo había pasado, pero las palabras eran casi horas para decirlas. Ubicó la sombra del reloj y noto su posición cerca de las cuatro de la tarde y pasadas. Pensó seriamente en eso, eran casi dos horas perdidas como si algo entremedio las hubiese cortado y sacado de su lugar. Se reestableció y miro atrás para ver que solo había un grupo de gitanos mirándolo con recelo. Divisó en el cielo, al girar la vista, 5 cuervos. Según muchos decían el impar en aves era mal augurio.
“Tarde del quinto día del tercer mes de Nuestro Señor de 1753
Hable con el tabernero y la gitana Miritza. Los dos tratan de arte blasfemo el vampirismo, solo dan acotaciones de que trate con él, pero nada acerca de la definición o de que trata. Ahora dormiré un poco. Saldré a la noche en busca de algo que espero encontrar.¿Que me puedes decir de ver 5 cuervos volando hacia el oeste? Mañana escribiré lo que he recopilado en el libro de notas.”
Se acostó con ropa sobre la pequeña pero cómoda cama que le dieron en el hostal. Cerró los ojos mientras suspiraba de cansancio y meditando las horas perdidas en las 2 y las 4 de la tarde.
Tuvo pesadillas, soñaba que un lobo lo perseguía en las cercanías a la Torre Católica y una sombra lo asechaba sobre las rocas rúnicas cerca del bosque. A pesar de la persecución no corría y el lobo lo atacaba ferozmente. No podía gritar y sus ojos se volvían blancos. La sombra lo cubría por completo y el lobo le extirpaba la lengua.
Despertó con un leve sabor a sangre en su boca y sudando frío. Se vio a un espejo y noto que tal como en el sueño, él se había mordido la lengua y un pequeño hilo de sangre le recorría la lengua y encías. Giró para ver por la ventana mientras se cambiaba de ropa después de lavarse un poco. Ya era de noche y un gran fogón se estaba preparando en la plaza. Bajó rápidamente las escaleras en busca de sal para coagular más rápido la pequeña herida. Un ardor lo hizo quejarse en silencio y salió a la calle a disfrutar del espectáculo.
-¡Oh! Sir-le hablaron por un lado, era Williams Osherick, un contador y jugador de naipes de la ciudad. Siempre se veía de noche, lo cual le hizo recordar lo que Miritza había dicho.
-¡Oh! Hola Williams-dijo con un tono de inseguridad escrutándolo de la cintura hasta el ultimo pelo levantado sobre su cabeza-¿Qué te trae por aquí?
-Jajaja, tu sabes mi buen amigo, el juego y la bebida-rió tan fuerte que mucha de la gente ahí presente se dio la vuelta para verlo-Jaja, y tu amigo, ¿Cómo vas con tus indagaciones “ocultistas”?
-Bien, eso creo-contestó Raymond algo cabizbajo-Pero seguiré con eso, debo terminarlo.
-Eso es cierto, realmente cierto. Espero serte de ayuda si lo necesitas-guiñó un ojo para hacer que Ray se alterara después de percibir un reflejo amarillo en su pupila y darse cuenta que este reflejo no era del fuego.
-Lo llamare cuando lo necesite, ahora si me disculpa, debo ir a otra parte-dijo casi haciendo notar su alteración y espanto ante aquella situación.
-Que le vaya bien Sir
-Gracias a usted igual.
Giro varias veces para verificar de que esa figura con camisa dorada y abrigo negro no lo seguía.
El humo se elevaba y la tenue luz de media Luna indicaba la altura de este en los oscuros cielos.
Algo no andaba bien supuso. Trató de averiguarlo en su mente para aclararlo. Eso era, recordó,”tengo una cita con un joven que me consiguió algo importante”. Este joven había encontrado alguna información y que según este chico, le vendería una sexta pagina con otros posibles 20 versículos mas de El Libro De Nod.
Lo encontró donde fijaron. No hicieron intercambio de palabras, solo unos rollos con hojas y unas 20 monedas. El chico corrió hasta perderse en la oscuridad después del Arco de Nuestro Señor a la salida del pueblo.
No esperó mucho tiempo, se acercó a la luz del fuego y abrió uno de los pergaminos que le habían entregado. Para su sorpresa no venía una, sino 4 paginas mas del ya nombrado libro y algo mas que raro, le pareció valioso, una carta en rumano con sello de Tremere en las orillas. Iba dirigida a Merlinda Clarens quien se encontraba en Bélgica según pudo leer Ray. Había sido enviada hace ya un año y dos meses, y las 20 monedas que había entregado por eso valían polvo comparado con lo que contenían esos papeles. Corrió al hostal y comenzó a descifrar el idioma y el mensaje de las paginas. Eran versículos en estrofas de las crónicas de Lilith, algo que nunca espero ver en sus manos. No estaba feliz, estaba estupefacto.
Escribió tanto como pudo, llenó unas quince planas de su cuaderno de notas y cada versículo lo leyó al menos tres veces encontrando interpretaciones distintas cada vez.
Dejo de lado las hojas para estirarse como pocas veces lo hacia en su escritorio que podía desarmar y meterlo en una maleta con la que siempre viajaba.
Ahora era el turno de la carta, debía traducirla por completo. Su capacidad de Rumano no se había perdido del todo, solo algunas palabras desconocidas dejaban en suspenso algunas oraciones intrigantes. La carta hablaba de lugares en Bélgica y de nuevas capillas de entrenamiento con resguardo para los neonatos magi nombrados “chiquillos” en la carta. También se hablaba de Taumaturgia y del pronto despertar de Etrius, otro ser que entraba al bando. Se necesitaba a Merlinda para un conclave que tenia que haberse llevado a cabo hace tres meses en Viena. Otras partes de la carta decían que la Orden de Hermes ya estaba acabada y que los Magis más fuertes, unos se habían unido y otros simplemente habían sido erradicados para la seguridad del Clan.
-¿Clan?- se preguntó a llegar a esta palabra-Esto me dice mas de lo que quería averiguar.
Su reloj biológico le decía que debía dormir. Así lo hizo, durmió placidamente al contrario de la siesta de la tarde. Apagó su lámpara de aceite y cerro las cortinas mirando la cruz de la Torre a la izquierda, sin antes persignarse y orar.
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