Una vez que dios termino de crear a todo ser vivo sobre la tierra, pensó en crear a un ser vivo superior a los demás, un ser vivo hecho a imagen y semejanza, un ser perfecto…
Al crearlo, cuido cada detalle, cada rasgo de su cara, de sus manos, pies, cada parte la hacia con sumo cuidado, con tanta delicadeza, porque este ser iba a ser diferente a los demás que había creado, tendría la capacidad de pensar, de sentir, y sobre todo de amar, en el no habría malicia, todos sus actos serian buenos.
Por fin termino su obra, se quedo observándola y vio que todo era perfecto, solo hacia falta darle vida, y así lo hizo…
Como este ser era perfecto, hizo un hogar perfecto para él, además le hizo una compañera.
Conforme los días pasaban, Dios venia y platicaba con ellos, era una hermosa relación nunca antes vista, cara a cara.
Pero, no siempre es todo perfecto, porque de pronto, apareció un ser maligno, con grandes ofertas tan tentadoras, que este ser ya no pudo resistirse y cayó en sus ofrecimientos, poniendo sus intereses antes que a Dios.
Al caer en sus ofrecimientos su corazón se partió en dos.
¡Cómo era posible que algo tan perfecto, ahora tuviera un defecto!
Dios muy triste, observó su obra, y con su gran amor, lo perdono e intento pegar el corazón roto, pero aun así era inevitable que se perdieran las marcas, por más que se esforzó en que las piezas quedaran en su lugar fue en vano…
Los días continuaron su curso y con cada día que pasaba este ser cometía errores, con cada error un pedazo de su corazón se desprendía, pero como era tan pequeño, a Dios le resultaba cada vez más difícil pegar la pieza en su lugar…
Pasaron los días, meses, años y el corazón estaba todo lleno de parches y agujeros, porque en algunos casos era imposible pegar las piezas.
Este ser tuvo hijos, pero a todos les hacia falta un pedazo de corazón, por culpa de los errores de sus padres, y era irremediable…
Dios, observando todo esto, derramó una lagrima porque ya no había nada que hacer para remediarlo, y dijo muy triste al espíritu santo: “la idea era que este ser fuera en todo perfecto, pero me equivoque porque lo hice humano, y solo puedo decir que al principio ¡era una obra perfecta!